miércoles, 31 de octubre de 2007

Dios en Preguntas / André Frossard

Dios es amor, y es, en consecuencia, en el amor donde hay que buscar la explicación de la Fe. André Frossard; Dios en Preguntas, Atlántida, Buenos Aires, 1991, p.12.

Uno no pasa del descreimiento a la fe sin reflexión ni lucha.
André Frossard; Dios en Preguntas, Atlántida, Buenos Aires, 1991, p.19.

Un dogma es la presentación teológica de un misterio, y el misterio es el alimento natural de la inteligencia: la ciencia misma avanza de misterio en misterio.
André Frossard; Dios en Preguntas, Atlántida, Buenos Aires, 1991, p.31.

El Evangelio no tolera ser leído con un corazón avaro: la fe que inspira es la medida terriblemente exacta de nuestra generosidad.
André Frossard; Dios en Preguntas, Atlántida, Buenos Aires, 1991, p.41.

¿Para qué sirve creer? Vemos claramente para qué sirve no creer: para estar solo sobre la tierra, que es el menos fijo de todos los domicilios, y para no oir jamás, en respuesta a las preguntas que el corazón se plantea, otra voz que la propia.
André Frossard; Dios en Preguntas, Atlántida, Buenos Aires, 1991, p.101.

La “unión libre” no es más que una conjunción provisoria de soledades.
André Frossard; Dios en Preguntas, Atlántida, Buenos Aires, 1991, p.123.

El matrimonio cristiano es una apuesta sobre lo absoluto; pero para ganarla, es preciso no reservar nada de sí mismo. Esta es la razón de que se apueste menos, desde hace algún tiempo. André Frossard; Dios en Preguntas, Atlántida, Buenos Aires, 1991, p.124.

El matrimonio no hace dos cautivos, sino una libertad en dos personas. Se puede decir que tuvo éxito cuando, habiéndose tomado el compromiso inicial, y habiéndose convertido la unión en algo natural, los esposos no tienen siquiera ya la impresión de estar casados.
André Frossard; Dios en Preguntas, Atlántida, Buenos Aires, 1991, p.124.

Mercedes Salisachs; El secreto de las flores

1 Y lo que es peor, el desmoronamiento se produjo de repente, sin que hubiera intervenido antes un signo de alerta, ni los ecos de aquella n...