jueves, 18 de junio de 2020

Javier Gomá Lanzón; Todo a mil


 

El rotar de las estaciones

Quien auténticamente sabe algo, sabe también comunicarlo en breve espacio.

 

El rotar de las estaciones

El rotar de las estaciones nos recuerda que este mundo ofrece una pluralidad de escenarios pero también que el número de ellos no es infinito.

 

El rotar de las estaciones

Nada es igual, porque quien ha mutado ha sido el hombre.

 

2. Los genios desconocidos no existen

Sustituyó a cualquier otro deseo». El lector imagina que el protagonista renuncia a la postre a sus achaques de genialidad y, libre ya de hipóstasis adventicias que le condujeron a una vejez prematura, podría ahora cuidar de sí mismo y empezar a vivir la vida verdadera.

 

4. Aladas palabras

Prestar nuestra atención es prestar nuestra alma.

 

8. Yo la adoro, pero... (elogio del chisme)

Un índice del nivel cultural de un país es la calidad de las conversaciones sociales que mantienen sus ciudadanos por puro pasatiempo.

 

26. Prestar atención

Latoso, ese espécimen sobreabundante en la vida social que se caracteriza, en definición de Benedetto Croce, por «quitarnos la soledad sin darnos compañía».

 

 

27. Prenda del atardecer

Lo bello es el esplendor de una forma perfecta, mientras que lo sublime reside en el sentimiento que produce la presencia de lo grandioso, evocador de algo infinito, desmesurado, ilimitado. El placer de lo portentosamente imperfecto. 

 

31. Desmiento los rumores

La literatura es importante porque expresa valores de más altura, como la belleza, el sentimiento o la comprensión del mundo.

 


32. Demonio del mediodía

Al cumplir los cincuenta años. Les nace un deseo, que creían ya sepultado desde la mocedad, de algo nuevo, que les devuelva la ilusión por vivir. Durante demasiado tiempo, discurren, han cumplido con puntualidad y sin emoción todos los deberes profesionales y familiares que se les habían amontonado encima de los hombros, y se les hace evidente ahora que ha llegado el momento de ocuparse del deber hacia uno mismo. Quieren sentir la vida, que empieza a declinar, antes de que les abandone del todo. Con frecuencia, el achaque lo desencadena un nuevo o antiguo amor; otras veces, una necesidad irreprimible de cambiar de trabajo.

 

 

DIAS SIN TI; ELVIRA SASTRE


En el mundo hay un hueco para cada persona. Cuando dos personas se enamoran, se vuelven una, el lugar que ocupan pasa a ser sólo uno, y en él cabe el universo. Por el contrario, cuando alguien falta su espacio se vuelve un agujero inmenso y aterrador para quien lo contempla. Lo llaman ausencia. A veces son ausencias elegidas y, otras veces, involuntarias. Pero nada da más miedo que ese vacío. Intentamos pasar de puntillas sobre él, disimularlo con otros cuerpos que no consiguen llenarlo, adornarlo con flores que terminan marchitándose. Sin embargo, lo más curioso de todo esto es que no nos damos cuenta de que el olvido es una trampa, un mecanismo de autodefensa, la salida más fácil, un mal homenaje. No debemos forzar el olvido de quien una vez nos cedió su sitio, sino aprender a volver a ese lugar sin angustia e intentar regresar ilesos. Volver, si acaso, con una pizca de tristeza que celebre aquella felicidad tan lejana. Aprender esto y ponerlo en práctica requiere tiempo, distancia y ganas. Yo sólo sé que donde estaba ella yo ya no cabía, por más que me aferrara a su mano e intentara esconderme entre su cabello. No había hueco para mi, y salir de aquel lugar fue una lucha contrsa mi propio cuerpo que, finalmnete, me dio mas fuerza de la que me había arrebatado.

 

Día uno sin ti

TE ECHO TANTO DE MENOS QUE EN MI RELOJ AÚN ES AYER

 

Día uno sin ti

Ya anciana, supo que le quedaban pocas aventuras más por vivir, así que disfrutaba aconsejando al resto, aunque pocos le hacían el caso que se merecía.

 

Día uno sin ti

Sólo los que van a contracorriente consiguen llegar a su destino; allí donde están todos no hay hueco para nadie más. Y tú te mereces el mejor lugar del mundo.

 

Día uno sin ti

Hagas lo que hagas, busca el latido.

 

Día uno sin ti

Era de ese tipo de personas que se adelantan a lo malo, que antes de que les alcance la pena ya están en otro sitio.

 

Día uno sin ti

Eso fue lo que me enamoró de él: la manera en que él se enamoró de mí.

 

Día uno sin ti

Cada recuerdo, aunque ya no exista, es un nuevo instante a su lado, y eso no tiene precio.

 

Día dos sin ti

Cualquier obra de arte que se exponga, se debe conseguir ese lazo invisible que atrapa la mirada del que pasa por delante. Igual que un libro no existe sin unos ojos que lo lean o una canción no sobrevive sin alguien que la escuche, una obra no cumple su función si no atrapa al espectador.

 

Día dos sin ti

Es breve el tiempo que lleva acostumbrarse a las sombras, sin embargo uno nunca se hace del todo a la claridad.

 

Día dos sin ti

La vida está llena de primeras veces, de situaciones que descubrimos al comenzar algo.

 

Día tres sin ti

Hay momentos en los que la vida te coloca en una situación compleja: escoger entre lo que puede hacerte feliz y lo que quieres que te haga feliz.

 

Día cuatro sin ti

El amor no termina, aunque una historia sí lo haga.

 

Día cuatro sin ti

Aprender a vivir con los finales sin renunciar a otros principios.

 

Día cuatro sin ti

Sólo hay una forma de superar un miedo, y no es corriendo ni quedándose quieto; hay que mirarlo de frente, ponerle un nombre y hablar con él hasta comprenderlo. Sólo se necesita un poco de valentía, porque es complicado tratar de resolver las preguntas que viven dentro de nosotros y el miedo es un escudo muy poderoso, pero no se puede vivir toda la vida con interrogantes en la cabeza. Sólo así se despejan, con paciencia y valentía.

 

Día cinco sin ti

Sabía sostener nuestra felicidad

 

Día seis sin ti

Él no merecía a mi madre, nunca supo cuidarla. De pequeña presencié numerosos desprecios, malas palabras, intentos de apagarla. Mi madre resistió por mí, por fingir lo que ella creía que era el ambiente de unión que necesitaba una niña, pero ahora deseo con todas mis fuerzas que hubiera hecho las maletas y se hubiese largado de aquel infierno, que hubiera usado esa fuerza para vivir su vida en vez de para resistir en la vida de otro. Pero no tuvo tiempo.

 

Día seis sin ti

Era el retrato de un hombre egoísta y abandonado. Ni una palabra sobre mi madre, sobre su brillo constante, sobre cómo nos calmaba a todos.

 

Día seis sin ti

Cuando te lo quitan todo, hay que quedarse con lo que llevas dentro.

 

Día siete sin ti

Entendía el amor como algo que se ofrece a alguien, que sale de uno y se da al otro. Un acto voluntario y generoso, el culmen de las buenas acciones, el máximo apogeo de la libertad y la felicidad, el número uno de la lista de los propósitos de Año Nuevo. Tantas canciones no podían equivocarse, no. Tantos poemas, tampoco.

 

Día siete sin ti

Somos una pareja, pero las decisiones son de cada uno.

 

Día siete sin ti

Las historias de dos no las puede arreglar uno.

 

Día siete sin ti

La felicidad va y viene, pero la tristeza duerme dentro de nosotros. Y no pasa nada por estar triste, mi amor. Lo que no hay que tener es miedo. Ésa es la única lucha que debe mantener el ser humano.

 

Día siete sin ti

Era un hombre autodidacta y progresista.

 

Día siete sin ti

Consiguió darle la vuelta y transformarlo con un gesto de amor.

 

Día ocho sin ti

Acariciándome las mejillas y mirándome con esos ojos suyos que abarcaban selvas y desiertos.


Día ocho sin ti

Recuerdo de los que salvan.

 

Día nueve sin ti

La casa, esa casa nuestra, dejaba para siempre de ser la misma. Y yo me rompía en mil pedazos.

 

Día nueve sin ti

Los ancianos vuelven a salir a las calles a pasear hacia su infancia.


Día nueve sin ti

La vida me había exigido un duelo intenso y yo se lo había concedido, me había refugiado en la oscuridad más absoluta y había renunciado a todo lo demás. Cuando la persona que amas te abandona, no quieres estar con nadie. Sin embargo, aquella tristeza empezaba a pesar. Sentía que cada día cobraba fuerza y se hacía más y más poderosa. Pronto dejaría de ser capaz de controlarla y podría conmigo, y entonces cualquier intento de recuperarme sería en vano.

 

Día nueve sin ti

Sólo una cosa. Algo que no debes olvidar nunca: la vida. No puedes olvidarte nunca de vivir, ¿entiendes? Aunque no tengas ganas, aunque todo se oscurezca y pienses que hay más motivos para cerrar los ojos que para tenerlos abiertos, no te olvides nunca de vivir. Escúchame ahora y recuerda, cuando te suceda, esos fantasmas en vida de los que tanto te hablaba tu abuela. Recuérdalos, porque he visto muchos, mi amor, yo misma he sido uno de ellos, y créeme que es algo que no querrás conocer. Tú no te mereces ser un fantasma en vida, nadie se lo merece, cielo.

 

Día nueve sin ti

Creo que los tres, mis padres y yo, habíamos conseguido poner fin al mismo tiempo a ese muro invisible que nos separaba y no nos permitía vernos de cerca.

 

Día nueve sin ti

Tenía ese don de convertir los mayores problemas en algo diferente.

 

Día nueve sin ti

La amistad, principalmente, es comprensión.

 

Día nueve sin ti

El dolor no es algo comparable. Los sentimientos no se pueden igualar porque son fruto de algo interno de cada uno, y eso que llevamos dentro es inaccesible para el resto. Nadie puede entrar ahí nunca, sólo uno mismo.

 

Día nueve sin ti

Cambiar el paso, no el camino.

 

Día nueve sin ti

Casi siempre, las ausencias obligadas de aquellos a los que amamos se convierten en su mayor presencia.

 

Día nueve sin ti

Intentaría concentrar en un solo gesto las etapas de una relación: la ilusión, el enamoramiento, el amor, la ruptura, el duelo y la curación.

 

Día nueve sin ti

Tenía también que ser valiente y enfrentarme a mis fantasmas, escuchar todo lo que tenían que decirme, poner en orden lo que había ocurrido, lo que había sentido y sufrido, lo que había ganado y a la vez perdido.

 

Día nueve sin ti

Usa esa rabia para cerrar ese capítulo y no para hacerte polvo.

 

Día nueve sin ti

¿Cuánto llegué a confiar en Marta para cederle, sin preguntas ni condiciones, la posibilidad de hacerme daño?

 

Día nueve sin ti

Ese que compartía musa y proyecto conmigo.


Día nueve sin ti

¿Sabes cómo se conoce a alguien, cielo? Escuchando. Nada más y nada menos. Se trata de escuchar. Uno nace oyendo y después aprende a escuchar, y así es como se conoce a las personas. Parece sencillo, aunque no lo es.

 

Día diez sin ti

No éramos los mismos que se habían amado con el empuje y valentía que da aquello que crees que nunca te hará daño.

 

Día diez sin ti

Volver a aquello era ya algo imposible. Estábamos ambos llenos de cicatrices que no se podían disimular con barbas o tiritas. Verla a ella era ver mi herida. El cambio de sensación era tan grande que se me pasó por la cabeza que había sido yo el causante, que me había quedado vacío por dentro y era incapaz de sentir nada. Quizá ahí había acabado todo: con ella. Quizá no hubiera nada mejor esperándome en otro sitio. Quizá ya lo había vivido todo y debía conformarme con los recuerdos durante lo que me quedaba de vida. O puede que el problema fuese que me había acostumbrado a que todo lo que tuviera que ver con Marta doliera.

 

Día diez sin ti

Dos corazones intactos y unidos son valientes y arriesgados, pero dos corazones rotos juntos, ah, ésos son imbatibles de por vida.

 

Día diez sin ti

El hombre que se había convertido en mi hogar.

 

Día diez sin ti

Apreté los dientes con fuerza y seguí adelante, convirtiendo la rabia en fuerza y la venganza en una energía descomunal que me sacaría de todo aquello, que me convertiría en una superviviente

 

Día diez sin ti

No necesitaba a mi abuelo, ya no; le dio tanto en vida que la dejó llena incluso cuando murió.

 

Día diez sin ti

Una huida hacia delante. Afrontaba mi dolor con entereza. Me adelantaba al futuro con decisión, y con valentía lo esperaba, dispuesta a dialogar con él. Sabía que ese viaje sería doloroso, pues a mi lado viajaría el vacío, lleno de esa ausencia enorme con la que convivía. A pesar de ello, no tenía miedo, ya no. ¿Sabes, Gaelito? Cuando una pierde lo que más quiere, se convierte en alguien sin miedo. Cuando una conoce el dolor de cara, experimenta el sufrimiento más cruel y horroroso, ve el mundo desde el suelo, sabe que no existe nada peor y cambia todo. El ánima, sí, pero también la manera de enfrentarse al mundo.

 

Día diez sin ti

La partida de tu abuelo me dejó un vacío que jamás se ha vuelto a llenar, pero del mismo modo también me hizo abrir los ojos y ver la vida como lo que es, algo impredecible, un instante que hay que habitar exprimiendo todas sus posibilidades. A veces la muerte se convierte en un canto a la vida.

 

Día diez sin ti

Ese dolor no se cura con analgésicos, ni con alcohol ni con la persiana bajada ni con tristezas continuas. No. El dolor del alma sólo se cura con el perdón.

 

Día once sin ti

Lo peor de una relación cuando termina es que lo haga de verdad. Que no haya ganas, que no sea algo impuesto u obligado, que, simplemente, no salga lo que antes brotaba con vida y sin esfuerzo.

 

Día once sin ti

No podía soportarme solo y sin ti. No podía. Te he odiado durante mucho tiempo por no haberte quedado a mi lado. Después he sido consciente de que ese odio era en realidad contra mí mismo por no haber sabido retenerte. Me torturaba cada día pensando en qué había fallado, aunque al final he aprendido que uno debe quererse por lo que es y no por lo que proyecta en los demás, porque puede que tus necesidades no coincidan con las mías; es más, no lo hacen, pero eso no nos convierte ni a ti ni a mí en los culpables de esta guerra. —Miré a un lado de la calle, intentando deshacer el nudo que se había formado en mi garganta.

 

Día once sin ti

Nos hemos querido y debemos quedarnos con ese amor, no con los reproches y el rencor.

 

Día once sin ti

En casi todas las ocasiones, el primer paso para aceptar el fin de las cosas es poder despedirse de lo que uno más quiere, y eso no siempre es posible. También es necesaria la comprensión, entender por qué han acabado, encontrar un motivo que nos permita continuar con lo nuevo, eso que tanto miedo da.

 

Día once sin ti

El dolor era demasiado intenso por dentro como para sacarlo. Me daba pánico ponerle palabras.

 

Día once sin ti

Siempre he dado gracias a aquellas personas que saben leer a las demás, que escuchan su socorro silencioso y acuden sin más objetivo que darles auxilio. Esa gente, esos que llamo lectores de almas, es a la que debes tener cerca.

 

Día once sin ti

¿Sabes qué es lo que hay que hacer en ese momento? Debemos caminar, dar un paso tras otro, da igual hacia dónde, da igual de qué manera mientras avancemos. Qué más da la dirección hacia la que uno camine, lo importante es no quedarse quieto. ¿Sabes por qué? Porque el paisaje, mi amor, es lo más valioso. Pararse es como cerrar los ojos. No te haces una idea, Gaelito, de cuántas cosas hermosas colman los lugares que aún no conocemos.

 

Día once sin ti

Aún hoy no he conseguido quitarme esta sensación de estar viviendo yo sola una vida de dos que se me quedó en el cuerpo cuando murió.

 

Día once sin ti

Las etapas de una relación que acaba en ruptura: uno siente que el mundo se acaba, pero lo que sucede es que empieza uno nuevo. Pretendía representar a través de ellas lo que ocurre cuando, en mitad del vuelo, te sueltan; y es que uno no se cae, sino que aprende a volar.

 

Día once sin ti

Cuando estamos tristes hacemos esfuerzos sobrehumanos por disimularlo, como si la tristeza fuera algo de lo que debemos avergonzarnos.

 

Día once sin ti

Supe sobreponerme y derrotarlo a base de dosis de alegría. Porque ésa, cielo mío, es la única forma de superar las cosas: poniéndote de pie y haciéndote más grande que ellas. Seguro que esto ya te lo he dicho en más de una ocasión, ¿verdad?

 

Día once sin ti

Yo me recuperé, cielo. No me tiembla la voz ni los recuerdos al decirte que volví a ser feliz. ¿Sabes cómo? Valoré todo lo que tenía y también lo que había tenido, que eso es algo que nunca hay que olvidar, aunque sea parte del pasado. Dejé que mi vida me diera lo que tenía preparado para mí. Me di un respiro. Recobré el aire. Es una costumbre tonta que tenemos las personas: recordamos lo que tenemos cuando perdemos algo. A mí sólo me faltaba tu abuelo, sí, pero no en mi corazón; ahí sigue siempre el suyo.

 

Día once sin ti

Admiraba a ese tipo y cómo se levantaba y levantaba a los demás.

 

Día doce sin ti

Uno ve en quien ama una casa, un refugio; una manta bajo la cual quitarse la ropa es sinónimo de fuego, un fuego que alumbra tu vida mientras dura ese amor. Es en el momento en el que vuelves a sentir ese frío cuando el amor se ha terminado y debe comenzar de nuevo la búsqueda del calor.

 

Día doce sin ti

HE CONOCIDO A ALGUIEN, SOY YO  VOY A DARME UNA OPORTUNIDAD

 

Día doce sin ti

Busqué y encontré mi latido.

 

Día doce sin ti

Su sensibilidad cambió mi manera de ver el mundo.

 

Día doce sin ti

Cuando pienso en ella, me siento afortunado, orgulloso y tranquilo.

 

Día doce sin ti

Me siento orgulloso porque Dora fue una luchadora, una defensora, una mujer que multiplicó su fuerza para resistir todos los golpes que le dio la vida. Me siento orgulloso, porque se plantó ante lo que no le gustaba, porque hizo siempre lo que quiso a pesar de todo y porque sé que volvería a hacerlo aun sabiendo lo que le deparaba el destino. Me siento orgulloso por su forma de levantarse, de dejar su huella sobre la tierra y por su falta de miedo a enseñar el corazón al mundo. Me siento orgulloso por toda la sabiduría que ha dejado. Me siento orgulloso porque, a pesar de haber vivido cosas terribles, la ternura, la bondad y la candidez se mantuvieron intactas en su voz.

 

Día doce sin ti

Y también me siento tranquilo porque sé que se fue en paz, esa paz que tanto buscó. Sé que dejó aquí, para todos nosotros, los recuerdos con los que convivió durante su vida, y ese gesto le permitió morir en calma. Dora vivió su vida hasta cuando se la arrebataron. No ha habido mujer en el mundo más valiente que ella.

 

Día doce sin ti

Aprendí de sus pasos, de su alegría y de sus aciertos, del mismo modo que aprendí de sus heridas, de su tristeza y de cómo usaba los recuerdos como sitios a los que volver cuando el frío hace daño.

 

Día doce sin ti

A veces me acuerdo de nosotros dos. «Los días sin ti son días conmigo», he pensado en voz alta.

 

Día doce sin ti

Mi abuela me enseñó la importancia de saber volver a los recuerdos. Por supuesto, uno no regresa intacto de ese viaje. Le acompañan la tristeza, el frío, los suspiros. Pero ¿acaso son esas tres cosas más dañinas que el propio olvido de quien uno ha sido? Me debo a todo ello, soy quien soy por lo que he vivido, así que no fuerzo el olvido de quien me ha habitado, de quien fue mi universo y ahora es un hueco vacío. Soy capaz de hacer ese viaje, de abrirle mi alma a la memoria y dejar que se quede en mi cuerpo el tiempo necesario, porque lo cierto es que nunca se queda para siempre. Son sólo breves momentos de ausencia, de travesía, de estrella fugaz. Y yo no les cierro la puerta.

 

Día doce sin ti

El truco es reservarle a toda esa nostalgia el sitio que le pertenece, porque la vida también consiste en aprender a querer estar donde uno está y dejar el anhelo en otros lugares. Si uno no es capaz de ir hacia ellos, entonces vendrán hacia él. Yo he aprendido que, cuando uno se deja llevar, se reencuentra. En eso consiste ser libre.

 

Día doce sin ti

Hay una chica en la cafetería del aeropuerto que no deja de mirarme. Me pone nervioso, me hace sentir algo incómodo. Decido dejar el libro, mirarla y aceptar el desafío. El caso es que me suena muchísimo su cara. Podría ser francesa. Es morena, tiene el pelo corto y muy muy oscuro, pero su mirada es clara. Sus ojos parecen verdes.

 

Día doce sin ti

Al fin y al cabo, el amor consiste en dejar de pasar frío.

 

Agradecimientos

Todo lo que te quiero no cabe en un párrafo.

 

Agradecimientos

Mi equipo está formado por mujeres excepcionales, valientes y arriesgadas. Ése es el éxito.

 

Agradecimientos

Con vosotros aprendo.

 

Agradecimientos

Gracias por hacerme ver que el trabajo es lo único que abre una puerta.

 

Agradecimientos

Porque me quieres y me quiero contigo

 

Agradecimientos

Ratos de soledad que precisa la escritura

 

Agradecimientos

Gracias a mis abuelos, Vicente y Juanita, por ser reflejo del esfuerzo, del cuidado y del sacrificio

 

Agradecimientos

Hacerte eterna, a ti y a tu amor por el abuelo Antonio.

 

Agradecimientos

Por todo eso, y mucho más que sólo tú y yo sabemos, gracias.

 

 

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