viernes, 1 de agosto de 2008

Querer lo que uno debe hacer

La mayoría de los cambios se producen después de advertir en nosotros algo que nos desagrada.
Alfonso Aguiló; Educar los Sentimientos; 5ª edición, Ediciones Palabra S.A., Madrid, 2005, p.183.

Para educar y educarse es necesario un serio esfuerzo para pasar de la reflexión a la acción. Alfonso Aguiló; Educar los Sentimientos; 5ª edición, Ediciones Palabra S.A., Madrid, 2005, p.187.

Mantener un buen estilo es siempre un equilibrio entre aceptar lo que nos viene dado y al tiempo aportar creatividad personal.
Alfonso Aguiló; Educar los Sentimientos; 5ª edición, Ediciones Palabra S.A., Madrid, 2005, p.192.

El desarrollo de la inteligencia está muy ligado a la educación de los sentimientos.
Alfonso Aguiló; Educar los sentimientos; 5ª edición, Ediciones Palabra S.A., Madrid, 2005, p.198.

La sensación de sentirse seguro se apoya mucho en la sensación de sentirse querido.
Alfonso Aguiló; Educar los sentimientos; 5ª edición, Ediciones Palabra S.A., Madrid, 2005, p.198.

La felicidad no está en hacer lo que uno quiere, sino en querer lo que uno debe hacer.
Alfonso Aguiló; Educar los sentimientos; 5ª edición, Ediciones Palabra S.A., Madrid, 2005, p.212.

Percibir el deber como ideal constituye una de las mayores conquistas de la verdadera libertad. Alfonso Aguiló; Educar los sentimientos; 5ª edición, Ediciones Palabra S.A., Madrid, 2005, p.212.

El mundo exterior podrá hacerte sufrir, pero sólo tú podrás avinagrarte a ti mismo.
Georges Bernanos en Alfonso Aguiló; Educar los sentimientos; 5ª edición, Ediciones Palabra S.A., Madrid, 2005, p.231.

Se trata de avanzar en el camino de la virtud, de dejar de lamentarse tanto de los propios problemas, y tomar ocasión de ellos para forjar el propio carácter.
Alfonso Aguiló; Educar los Sentimientos; 5ª edición, Ediciones Palabra S.A., Madrid, 2005, p.251.

El nivel de autoengaño de una persona marca su nivel de coherencia personal.
Alfonso Aguiló; Educar los Sentimientos; 5ª edición, Ediciones Palabra S.A., Madrid, 2005, p.259.

Mercedes Salisachs; El secreto de las flores

1 Y lo que es peor, el desmoronamiento se produjo de repente, sin que hubiera intervenido antes un signo de alerta, ni los ecos de aquella n...