miércoles, 25 de enero de 2012

Silencio y Palabra

El silencio y la palabra: dos momentos de la comunicación que deben equilibrarse, alternarse e integrarse para obtener un auténtico diálogo y una profunda cercanía entre las personas. Cuando palabra y silencio se excluyen mutuamente, la comunicación se deteriora, ya sea porque provoca un cierto aturdimiento o porque, por el contrario, crea un clima de frialdad; sin embargo, cuando se integran recíprocamente, la comunicación adquiere valor y significado. Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la XLVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales “Silencio y Palabra: camino de evangelización” [Domingo 20 de mayo de 2012]. Vaticano, 24 de enero 2012, fiesta de San Francisco de Sales


El silencio es parte integrante de la comunicación y sin él no existen palabras con densidad de contenido. En el silencio escuchamos y nos conocemos mejor a nosotros mismos; nace y se profundiza el pensamiento, comprendemos con mayor claridad lo que queremos decir o lo que esperamos del otro; elegimos cómo expresarnos. Callando se permite hablar a la persona que tenemos delante, expresarse a sí misma; y a nosotros no permanecer aferrados sólo a nuestras palabras o ideas, sin una oportuna ponderación. Se abre así un espacio de escucha recíproca y se hace posible una relación humana más plena. En el silencio, por ejemplo, se acogen los momentos más auténticos de la comunicación entre los que se aman: la gestualidad, la expresión del rostro, el cuerpo como signos que manifiestan la persona. En el silencio hablan la alegría, las preocupaciones, el sufrimiento, que precisamente en él encuentran una forma de expresión particularmente intensa. Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la XLVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales “Silencio y Palabra: camino de evangelización” [Domingo 20 de mayo de 2012]. Vaticano, 24 de enero 2012, fiesta de San Francisco de Sales


El silencio se hace esencial para discernir lo que es importante de lo que es inútil y superficial. Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la XLVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales “Silencio y Palabra: camino de evangelización” [Domingo 20 de mayo de 2012]. Vaticano, 24 de enero 2012, fiesta de San Francisco de Sales


“Necesitamos el silencio que se transforma en contemplación, que nos hace entrar en el silencio de Dios y así nos permite llegar al punto donde nace la Palabra, la Palabra redentora” (Homilía durante la misa con los miembros de la Comisión Teológica Internacional, 6 de octubre 2006). Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la XLVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales “Silencio y Palabra: camino de evangelización” [Domingo 20 de mayo de 2012]. Vaticano, 24 de enero 2012, fiesta de San Francisco de Sales


Palabra y silencio. Aprender a comunicar quiere decir aprender a escuchar, a contemplar, además de hablar, y esto es especialmente importante para los agentes de la evangelización: silencio y palabra son elementos esenciales e integrantes de la acción comunicativa de la Iglesia, para un renovado anuncio de Cristo en el mundo contemporáneo. Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la XLVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales “Silencio y Palabra: camino de evangelización” [Domingo 20 de mayo de 2012]. Vaticano, 24 de enero 2012, fiesta de San Francisco de Sales

martes, 24 de enero de 2012

No te rindas


No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, 
porque yo te quiero.



Mercedes Salisachs; El secreto de las flores

1 Y lo que es peor, el desmoronamiento se produjo de repente, sin que hubiera intervenido antes un signo de alerta, ni los ecos de aquella n...