miércoles, 1 de noviembre de 2017

La felicidad conyugal

Llevo en mí una gran capacidad de amar, pero es como si se hubiera ocultado en una habitación cerrada». Secretos de un matrimonio, Ingmar Bergman. CAPÍTULO I

La muerte lo había rozado sin acabar su cometido. CAPÍTULO I

Decidió sonreír a los que lo iban a visitar. Era una forma de no ceder al deterioro mental que a menudo conlleva un deterioro físico. CAPÍTULO I

En un matrimonio todos los sacrificios son posibles y se aceptan hasta el día en que uno de los dos se da cuenta de que es un sacrificio». Dame tus ojos, Sacha Guitry. CAPÍTULO II

A la gente no le gusta ver el sufrimiento en el cuerpo de los demás. CAPÍTULO II

Cuando un enfermo siente que lo han abandonado, el sufrimiento se vuelve más intenso, más cruel. CAPÍTULO II

El alma está viva y no soporta la rigidez, la parálisis. CAPÍTULO II

La esperanza aguardaba al otro lado del dolor. CAPÍTULO II

¿Es vida una vida en manos de los demás? CAPÍTULO II

Eso era el amor, desear lo que te recuerda al ser amado. CAPÍTULO III

Tarde o temprano, la gente frustrada te atacará. No te exhibas demasiado. Sé discreto. No olvides lo que decía el profeta: lo mejor está en el justo medio. Cuando alguien está en el punto de mira, siempre habrá quien rebusque en la basura. Si no encuentra nada, se inventará alguna infamia. A la prensa le encanta, y aunque exijas una rectificación, nadie la lee, el mal ya está hecho». CAPÍTULO VI

El fracaso es huérfano, el éxito tiene varios padres. CAPÍTULO VI

Más valía no despertar los recuerdos. CAPÍTULO IX

Entre un hombre y una mujer, la crueldad es indispensable», contesta Matsuko, la mujer del asesino. Violencia a pleno sol, Nagisa Oshima. CAPÍTULO X

Cuando estoy contigo, nada me asusta, ni siquiera la guerra, quizá la policía», dice Veronika a Boris antes de que este marche al frente. Cuando pasan las cigüeñas, Mijail Kalatozov. CAPÍTULO XIII

La derrota empieza cuando el adversario logra que dudes de ti mismo, hasta el extremo de que te sientes culpable y listo a actuar según su voluntad, a plegarte a sus exigencias. CAPÍTULO XIV

¿Abdicar? ¡Más vale desaparecer! ¿De qué sirve empequeñecerse hasta que nadie te vea? ¿La relación en una pareja sólo es posible si uno se convierte en la sombra del otro? CAPÍTULO XIV

Sé fuerte, sé como eres, sigue sorprendiéndonos, dándonos lo mejor de ti. CAPÍTULO XV

El azar tiene de extraordinario que es natural. Madame de…, Max Ophüls. CAPÍTULO XVIII

Al darle masajes, mis manos intentan llevarse su dolor y arrojarlo lejos. Por ello, después de cada sesión, sacudo mis dedos para retirar el mal que está en usted. Es como si mis manos estuvieran empapadas en un agua negra y se agitaran para librarse de ella. Un maestro hindú nos lo enseñó en un curso de formación al que asistí en Rabat. CAPÍTULO XVIII

Cobraba un salario, pero había algo más, una amabilidad, una gracia, que no formaban parte de su trabajo. CAPÍTULO XIX

¿Sabe usted lo que decía Chéjov a propósito del matrimonio?: «Si tenéis miedo a la soledad, no os caséis». CAPÍTULO XX

Me alegra saber que estás pintando. Tengo fe en tu espíritu exigente, imperioso y soberano. Te echo de menos. Entiendo cuánto me has querido, nunca lo dudé, como tampoco olvido que no has sabido elegirnos. Soy toda tú, ternura y memoria, dulzura y sonrisa. Aspiro a compartir la gran emoción que nos une más allá del tiempo. CAPÍTULO XXI

Le quedaba, pues, su arte para no fracasar en todo. Cuando dijo a su psiquiatra que, aunque su vida conyugal era un desastre, su vida profesional era un éxito, éste le respondió: «No estamos en un sistema de vasos comunicantes, cada fase de nuestra vida tiene sus recursos, sus fracasos y sus éxitos. Una no llena la otra. Si no, sería demasiado fácil. CAPÍTULO XXI

Soy el único responsable de esta derrota. Nuestras diferencias no eran simplemente de edad o de clase social. Eran más profundas y graves: a lo largo de nuestra vida en común, no vivimos la misma historia y nunca lo reconocimos». CAPÍTULO XXIII

En un matrimonio, si uno de ellos es sensato, ambos son felices». Comentario de Paquita, la doncella de Celia. Secreto tras la puerta, Fritz Lang. CAPÍTULO XXV

El matrimonio no es más que una declaración de guerra celebrada con música, con buena comida, perfumes, incienso, ropa bonita, promesas, cantos, etc. CAPÍTULO XXVI

Mi venganza se ejecutará por el camino del bien, de la bondad y de la generosidad. Será amor y redención. Voy a colmarlo de un amor infinito, hermoso y profundo, un amor que lo hará soñar y lo envolverá en una dulzura insospechada. Me haré pequeñita a su lado y le pediré perdón, me las arreglaré para obedecerle e incluso anticiparme a sus deseos, y así no podrá dudar de mi buena fe, de mi voluntad de resolver hasta el menor de sus problemas y de serle sumisa. Sí, me someteré, me resignaré, y espero poder volverme imprescindible. Existir

Mercedes Salisachs; El secreto de las flores

1 Y lo que es peor, el desmoronamiento se produjo de repente, sin que hubiera intervenido antes un signo de alerta, ni los ecos de aquella n...