sábado, 5 de diciembre de 2009

La paz es la tranquilidad del orden

Dios tiene dos tipos de dones: primero, los que nos envía los pidamos o no; segundo, los que nos son dados a condición de que recemos por ellos.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.245.

No requiere mucho tiempo transformarnos en santos; sólo requiere mucho amor.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.259.

Angel: cualquier persona o acontecimiento que haya cambiado el curso de nuestra vida, influenciado nuestro comportamiento, hacernos doblar a la derecha cuando íbamos a doblar a la izquierda, y que en general nos hizo mejorar. Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.251.
Dios pone muchos ángeles en nuestros caminos, pero a menudo no los conocemos. De hecho, podemos ir por la vida sin saber jamás que hay agentes o mensajeros de Dios para guiarnos hacia la virtud o para alejarnos del vicio. Pero ellos simbolizan esa constante y benigna intervención de Dios en la historia humana.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.252.

Un antiguo proverbio persa dice que hay tres cosas que nunca vuelven: la flecha tirada, la palabra pronunciada y la oportunidad perdida.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.254.

“El amanecer no llega dos veces para despertar a un hombre”.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.259.

Millones y millones de favores penden del cielo en cordones de seda y la oración es la espada que los corta.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.256.

Las bendiciones llegan a aquellos que buscan un ambiente de amor. Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p. 256.

La paz es la tranquilidad del orden.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.257.

Toda gran pintura nos hace pensar en el artista.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.260.

Dios hizo al mundo según un plan por el que estuviéramos permanentemente viéndolo a través de las cosas, viéndolo como el poder, la sabiduría, la belleza y la fuente de todo lo que es. Lo material había de ser revelación de lo espiritual; lo humano, revelación de lo divino; y lo efímero y pasajero, revelación de lo eterno.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.239.

Un poeta es alguién dotado del sentido de lo invisible.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.261.

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