sábado, 30 de enero de 2010

Tomás Melendo, Gabriel Martí; Elogio a la Afectividad

Quien no disfruta como un enano al obrar correctamente, todavía tiene mucho que aprender y ejercitar para llegar a ser realmente bueno.
Tomás Melendo, Gabriel Martí; Elogio a la Afectividad, Ediciones Internacionales Universitarias, Madrid, 2009, p.93.

El afán de conocer depende del amor que despiertan en cada persona las distintas realidades.
Tomás Melendo, Gabriel Martí; Elogio a la Afectividad, Ediciones Internacionales Universitarias, Madrid, 2009, p.121.
Lo mejor del tiempo es que pasa. Tomás Melendo, Gabriel Martí; Elogio a la Afectividad, Ediciones Internacionales Universitarias, Madrid, 2009, p.155.
No es lógico, aunque si bastante habitual y comprensible, que compliquemos el presente amontonando en él el pasado y el futuro.
Tomás Melendo, Gabriel Martí; Elogio a la Afectividad, Ediciones Internacionales Universitarias, Madrid, 2009, p.155.

Una magnífica terapia ante el miedo consiste en no anticipar los problemas ni intentar resolverlos antes de que surjan; porque, en el caso de que más tarde lleguen a presentarse, será entonces – nunca antes – cuando podremos darle solución.
Tomás Melendo, Gabriel Martí; Elogio a la Afectividad, Ediciones Internacionales Universitarias, Madrid, 2009, p.156.

Los peores problemas son los que…. Nunca llegan a existir: los que nos imaginamos y anticipamos.
Tomás Melendo, Gabriel Martí; Elogio a la Afectividad, Ediciones Internacionales Universitarias, Madrid, 2009, p.156.

La mejor receta humana contra la mayoría de nuestros males…es el buen humor.
Tomás Melendo, Gabriel Martí; Elogio a la Afectividad, Ediciones Internacionales Universitarias, Madrid, 2009, p.156.

8.

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