Nunca estés ocioso del todo, sino leyendo, escribiendo, orando, meditando; o bien haciendo algún trabajo útil para la comunidad.
Tomás de Kempis; La Imitación de Cristo, Cap. 19, Nº4, Herder, Barcelona, 1984.
El hombre de vida interior se recoge pronto, porque su espíritu jamás se derrama todo al exterior.
Tomás de Kempis; La Imitación de Cristo, Libro Segundo, Cap. 1, Nº7, Herder, Barcelona, 1984.
No eres mejor porque te alaben, ni peor porque te censuren.
Tomás de Kempis; La Imitación de Cristo, cap.6, Nº4 ,Herder, Barcelona, 1984.
Tomás de Kempis; La Imitación de Cristo, Cap. 19, Nº4, Herder, Barcelona, 1984.
El hombre de vida interior se recoge pronto, porque su espíritu jamás se derrama todo al exterior.
Tomás de Kempis; La Imitación de Cristo, Libro Segundo, Cap. 1, Nº7, Herder, Barcelona, 1984.
No eres mejor porque te alaben, ni peor porque te censuren.
Tomás de Kempis; La Imitación de Cristo, cap.6, Nº4 ,Herder, Barcelona, 1984.