Una vida sin límites, Nick Vujicic
Lo que más importa son aquellas vidas
que tocas a lo largo del camino y la manera en que terminas tu viaje.
SI NO PUEDES OBTENER UN MILAGRO,
CONVIÉRTETE EN ÉL
Tu frustración es prueba de que deseas
en la vida algo más de lo que tienes ahora y eso es bueno. Con mucha frecuencia
los retos de la vida son los que nos muestran quiénes deberíamos ser en
realidad.
Si confiamos totalmente en Dios, la
felicidad puede llegar en cualquier circunstancia.
Aceptar que
ciertos sucesos se encuentran más allá de su control y de su comprensión, y
después se
enfocan en lo que sí pueden entender y controlar.
Algunas heridas se curan más rápido si
te mantienes en movimiento.
No todo el tiempo puedes controlar lo
que te sucede; siempre pasa algo en la vida que no es tu culpa o que no está en
tus manos evitar. Pero tienes la opción de darte por vencido o de seguir luchando por una mejor vida. Mi consejo
es que tengas en mente que todo sucede por alguna razón y que, al final,
siempre habrá un resultado favorable.
Cuando encuentras algo que te mueve por
completo, que harías durante todo el día aunque no te pagaran, entonces estás en
el camino correcto. Cuando encuentras a alguien que está dispuesto a pagarte por hacerlo, entonces ya también
tienes una carrera.
No nos es posible ver lo que nos espera.
Ésas son la buena y la mala noticia. Yo te puedo animar diciéndote que lo que te espera adelante
es mucho mejor de lo que hayas podido imaginar, pero, es tu responsabilidad
sobreponerte, levantarte y ¡presentarte ahí!
Esa es tu realidad y tienes que trabajar
con ella. La vida no es una carrera corta, es un
maratón. El deseo que tienes de obtener más significado es un símbolo de que
estás creciendo, de que te mueves más allá de tus límites y de que estás
desarrollando tus talentos. Es muy sano que, de vez en cuando, te fijes en
dónde estás y te preguntes si tus acciones y prioridades están dirigidas hacia
tu propósito más alto.
Te debes mover más allá de la búsqueda
de la satisfacción personal y alcanzar aquella búsqueda más madura, la búsqueda
de significado y plenitud.
Las mayores recompensas llegan cuando te
entregas a ti mismo. Se trata de mejorar la vida de otros, de ser parte de algo
más grande que tú mismo. Se trata de hacer una diferencia positiva.
Estoy seguro de que Dios no comete
errores, sino milagros. Yo soy uno de ellos. Y tú, también.
Tú y yo, somos solamente humanos, no
podemos ver el futuro. En lugar de eso podemos imaginar las posibilidades. Sólo
Dios sabe lo que nos depara la vida, y la esperanza es el regalo que nos ha
brindado. Es una ventana por la que podemos mirar. No es posible conocer el
futuro que Dios nos ha designado, pero debes confiar en Él, mantener la
esperanza en tu corazón, incluso cuando te enfrentes a lo peor, debes hacer lo
necesario y ¡prepararte siempre para lo mejor!
Una de las mejores maneras que he
encontrado para mantener mi fe cuando nuestras oraciones no reciben respuesta
es acercarme a otros. Si tu sufrimiento se convierte en una carga, trata de
acercarte a alguien y de aligerar su carga, trata de darle esperanza. Anímalo y
bríndale consuelo, hazle saber que no está solo. Ofrece compasión cuando tú la
necesites, ofrece amistad cuando te sientas solo. Regala esperanza cuando a
ti más falta te haga.
Si dices que no tienes esperanza,
significa que tienes cero posibilidades de que vuelva a suceder algo bueno en tu vida.
La esperanza, con la fe y el amor, es
uno de los pilares de la espiritualidad. Sin importar cuáles sean tus
creencias, nunca debes dejar que la esperanza te abandone porque todo lo bueno
de la vida comienza gracias a ella. Si no
tuvieras esperanza, ¿acaso te atreverías a planear una familia? Sin esperanza,
¿tratarías de aprender algo nuevo? La esperanza es el trampolín para casi todos los pasos que damos; la esperanza
que yo tengo al escribir este libro es que tú encuentres una vida mejor, una
vida sin límites.
Mantente en movimiento porque la
actividad produce inercia y, a su vez, esta inercia provoca oportunidades inesperadas.
Debes creer que Dios te proveerá aquello
que te hace falta.
Tienes que confiar en Dios y recordar
que estás aquí por alguna razón, tienes que dedicarte a llenar ese propósito.
Necesitamos responsabilizarnos de
nuestra propia felicidad y éxito. Puede ser que tus amigos y tu familia vean
por ti en momentos de necesidad y eso lo debes agradecer. Debes agradecer su
esfuerzo, pero tú debes seguir insistiendo por ti mismo. Entre más esfuerzo
inviertas, más oportunidades crearás.
A veces, aquellos problemas que sentimos
que nos detienen, en realidad nos están fortaleciendo. Tienes que mantenerte
abierto a la posibilidad de que la discapacidad de hoy se pueda convertir en la
ventaja del mañana.
Creo que en realidad quedé discapacitado
en el momento en que perdí la fe. Créeme, perder la fe es mucho peor que no
tener extremidades.
Debemos confiar en ciertas realidades
invisibles. ¿Por qué? Porque todos enfrentamos dificultades: tú las tienes y yo
las tengo. Hay momentos en la vida en que no encontramos el camino para salir,
pero es justo ahí en donde aparece la fe.
¿Por qué a mí?, lo único que podemos
hacer es confiar en que el plan que Dios tiene para nosotros será revelado a su
tiempo. Hasta ese momento, debemos guiarnos por la fe.
La mayoría del tiempo me mantengo
tranquilo porque sé que Dios me cuida.
No olvides eso: Todo es posible. Cuando
te sientas que te ha tumbado un problema enorme, confía en que todo es posible.
Al principio tal vez no encuentres la salida, pero debes creer que las
circunstancias pueden variar, que pueden llegar soluciones y que la ayuda te
llegará de lugares inesperados. Entonces, ¡todo es posible!
Tu objetivo siempre debe ser un final
feliz. ¿Por qué no intentarlo?
Es fundamental tener paciencia porque
estás plantando semillas, porque tienes que soportar el mal tiempo y esperar la
cosecha. Pero, si encuentras un obstáculo, lo más importante es que no cometas
ninguna tontería. No estrellas tu cabeza contra el problema y no das la vuelta
para alejarte: buscas una solución y confías en que todos los obstáculos tienen
un propósito.
Sin importar lo difícil, cruel e
implacable que sea tu vida, debes mantenerte firme.
La adversidad y la desilusión no son
divertidas, no tienes que fingir que las disfrutas, pero debes creer en que se
avecinan mejores días, que la vida será plena y llena de propósito.
Quizás, ahora no puedes ver el camino,
pero eso no significa que no esté ahí. Ten fe, tu historia te está esperando y
¡yo sé que será increíble!
Te sientes feliz contigo porque logras
hacer felices a los que te rodean.
No sirve de nada lograr que alguien te
ame si no te amas tú mismo.
La belleza, en realidad, se encuentra en
los ojos de quien la contempla.
Tiene que haber una mejor manera de
celebrar tu individualidad que seguir las mismas modas y tendencias.
He decidido que mi belleza radica en mis
diferencias, en el hecho de que soy distinto a todos los demás. Tengo unicidad. Nunca, nadie,
podrá decir que soy “promedio” o “sólo un tipo más”. Tal vez no soy el más alto
entre la multitud, pero, ciertamente, destaco.
En lugar de regodearte en la compasión,
trata de aligerar el dolor de alguien más.
Si no puedes resolver tus propios
problemas, trata de ser la solución para alguien más. Después de todo, es mejor
dar que recibir, ¿no? Si no te amas a ti mismo, entonces, entrégate. Te
sorprenderá lo valioso que te sentirás si lo haces.
La única cura segura para la compasión
es amarse y aceptarse a sí mismo. Las drogas, el alcohol y la promiscuidad,
sólo ofrecen alivio temporal. Tarde o temprano siempre te traerán más dolor.
El mejor consejo que tengo para
encontrar la felicidad interior es tratar de ver más allá de ti mismo y usa tus
talentos, tu inteligencia y tu personalidad para que la vida de alguien más,
pueda ser mejor.
Hay un gran poder que proviene del
control de tu actitud, de ajustar tu carácter y deshacerte de comportamientos que puedan amenazar la
capacidad que tienes de vivir sin límites.
Si lo que has hecho hasta el momento no
ha funcionado, entonces tienes en tus manos el poder de ajustar tu actitud y cambiar tu vida.
Es perfectamente normal que al sufrir
una tragedia o atravesar una crisis personal, pases las etapas de miedo, enojo
y tristeza. Pero en algún momento todos tenemos que decir: “Sigo aquí.
¿Quiero pasar el resto de mi vida revolcándome
en la miseria, o quiero superar lo que sucedió y seguir tratando de alcanzar
mis sueños?”
Si elegimos la actitud correcta, nos
podemos sobreponer a todos los imprevistos que debemos afrontar.
Lo más probable es que no tengas control
sobre el próximo obstáculo que aparezca en tu vida. Imagina que un huracán
llega a tu casa, un conductor ebrio choca contra tu auto, tu jefe te corre, tu
pareja te dice “necesito tiempo”. En fin, todos recibimos eso de vez en cuando.
Así que puedes sentirte triste y mal, pero luego, levántate y pregunta: ¿Qué
sigue? Después de un rato de sollozar, de quejarte o de derramar todas las
lágrimas en tu pecera, levántate y efectúa un ajuste en tu actitud.
Cuando permites que las circunstancias
que están más allá de tu control determinen tu actitud y tus acciones, te
arriesgas a caer en una espiral sin fondo de decisiones apresuradas y juicios
subjetivos. Te arriesgas a exagerar, a rendirte demasiado pronto y a perder
esas maravillosas oportunidades que siempre, la verdad, siempre surgen cuando
crees que la vida no podría empeorar.
Si nos sentimos merecedores de una buena
vida, en cuanto algo terrible sucede, tenemos la sensación de que alguien nos
ha robado y ofendido. Tratamos de buscar culpables y exigir una compensación
para nuestra desgracia, cualquiera que ésta sea. En ese estado mental de ensimismamiento, es muy fácil convertirse en víctima profesional. Además, las
fiestas para celebrar la autocompasión son las más aburridas, improductivas e
inútiles que hay. Lo único que se escucha es: “Pobre, pobre de mí” y, tarde o
temprano, querrás jalarte los pelos y salir corriendo de ahí.
“Vive un día a la vez con la fortaleza
de Dios y te convertirás en algo más grande que un conquistador»”
Ella descubrió que jugar a la víctima la
arrastraría hasta el fondo, mucho más debajo del sitio adonde su parálisis la
había llevado. Se dio cuenta de que agradecer las bendiciones que tienes y que vendrán es lo que te levanta.
A veces el mejor método para salir de un
bache o para sortear un obstáculo, es tratar de mejorar tu existencia o la de
otros. Sócrates dijo: “Aquel que quiera mover el mundo, deberá moverse a sí mismo primero”. Cuando parece que la
vida no te da tregua, trata de darle tregua a alguien. Cuando algo te golpea y
te tira, algo como una pérdida o una tragedia abrumadora, date tiempo para
llorar y luego actúa para sacar algo bueno de la tragedia.
Adoptar una actitud de acción te ayuda a
crear inercia positiva. Los primeros pasos son los más difíciles, sin duda alguna.
Al principio, hasta levantarte de la cama te parecerá imposible, pero en cuanto
te hayas levantado, podrás moverte hacia delante y, mientras te mantengas
mirando al frente, estarás en el camino que te aleja del pasado y te acerca al
futuro.
Adoptar actitudes de acción.
Cuando afrontas tribulaciones, tragedias
o Desafíos, en lugar de mirar hacia adentro, mira a tu alrededor. En lugar de sentirte
lastimado y buscar compasión, encuentra a alguien que tenga heridas más grandes
y ayúdale a curarlas. Tu dolor y tu pena son legítimos, pero sufrir es parte de
ser humano y, tratar de conectarse con otros es una forma de sanar al tiempo
que ayudas a que otros sanen.
Mientras yo siguiera culpando a otros
por mi falta de brazos y piernas, no tendría necesidad de hacerme responsable de mi futuro. Cuando
tomé la decisión consciente de perdonar a Dios y a mis doctores, y continuar
con mi vida, me sentí mucho mejor física y emocionalmente. Además, sentí que
había llegado el momento de responsabilizarme por el resto de mi vida.
La actitud de perdón es lo que me liberó
porque, verás, cuando te aferras a antiguas heridas, lo único que logras es
concederle poder y control a quienes te lastimaron. En cambio, cuando los perdonas, cortas los vínculos que tienes
con esas personas, así ya no formarán parte de tu cadena.
Tampoco insistas en
pensar que les estás haciendo un favor al perdonarlas, en todo caso, hazlo por
ti mismo.
Cuando tienes una actitud de perdón,
echas a andar todo tipo de energías. Y recuerda que esta actitud también te
ayuda a perdonarte a ti mismo.
El miedo es sólo un estado de ánimo, una
sensación, ¡no es real!
Usar el miedo como una herramienta
motivacional que nos sirva para perseguir nuestros sueños y lograr la vida que
queremos.
Necesito hacer más por mí mismo.
Encuentra la energía que generan tu
miedo, fracaso, rechazo o sentimientos similares y utilízala para darle impulso
a todas esas acciones positivas que te acercan a tu sueño.
AL CAER NO ECHES RAÍCES EN EL SUELO
Algunas de nuestras mayores
experiencias, el crecimiento y las recompensas nos llegan como resultado de un cambio de lugar, de
empleo, de materia de estudios o de pareja.
Si estás escalando o pensando en tomar
un nuevo camino en la vida, el reto es dejar esa tenue sensación de seguridad. Tienes que dejar
tu base anterior y aferrarte a la nueva.
No puedes continuar creciendo si no
enfrentas cambios; aunque el proceso puede ser muy estresante y doloroso en el
aspecto emocional y físico, por lo general, el crecimiento vale la pena.
La construcción de una amistad es como
tener una cuenta de ahorros: no puedes esperar sacar algo si no has depositado.
Reconocer que nadie logra tener éxito si
no se beneficia de la sabiduría, la gentileza o la mano amiga de otras
personas.
Es posible vivir una vida sin límites,
pero no se puede vivir una vida que no incluya tener amistades confiables.
Creo que el verdadero secreto del
carisma es lograr que cada persona que conoces tenga la sensación de que,
cuando hablan contigo, captan tu atención por completo.
No sólo debes enfocarte en tu trabajo y
tratar de tener éxito, significa que debes ayudar a otros a realizar su trabajo y apoyarlos
para que puedan triunfar. Sintonízate con los demás.
Para alcanzar tus sueños debes ponerte
en acción, moverte o morir, actuar o ser manipulado. Si no tienes lo que
deseas, tienes que comenzar a considerar crearlo tú mismo.
GENERA TUS PROPIOS LOGROS
Sé sensible, desarrolla estándares altos
y criterios estrictos para evaluar la forma en que inviertes tu tiempo y
energía. No bases tus elecciones en lo que se siente bien en ese momento, sino en lo que te sirve para alcanzar tus
propósitos. Mídelas de acuerdo con tus valores y principios. Yo siempre uso la
regla del abuelo Nick: ¿ Van a estar mis nietos orgullosos de esta decisión o pensarán que su abuelito se hizo senil
estando aún muy joven?
Si tienes mucho o poco que ofrecer, sólo
recuerda que los pequeños actos de gentileza son tan valiosos como las grandes
donaciones. Si logras hacer la diferencia para una sola persona, ya con eso habrás logrado algo importante.
Todo aquello que deseas para ti, hazlo
por otros. Si los pequeños actos de compasión los conviertes en parte de todos
los días, te sentirás más poderoso y te liberarás de tus heridas y desilusiones.