martes, 30 de diciembre de 2008

Eugene Boylan; El Amor Supremo,

La vida espiritual es una sociedad de amor entre Dios y el Hombre.
Eugene Boylan; El Amor Supremo, (1952), Ediciones Rialp, 6 edición, Madrid, 2002, p.10.

La misericordia es la actitud de la Bondad confrontada con la miseria.
Eugene Boylan; El Amor Supremo, (1952), Ediciones Rialp, 6 edición, Madrid, 2002, p.40.

Dos vidas están presentes en nosotros: la de Cristo, que El desea que nosotros hagamos nuestra, y la del Viejo Adán, nuestro propio ser independiente. En cada acción deliberada tenemos que escoger entre ellas. Eugene Boylan; El Amor Supremo, (1952), Ediciones Rialp, 6 edición, Madrid, 2002, p.95.

No podemos ver cómo están las Tres personas en un solo Dios, pero no podemos negar que es razonable aceptar la palabra de Dios de que existen.
Eugene Boylan; El Amor Supremo, (1952), Ediciones Rialp, 6 edición, Madrid, 2002, p.101.

El verdadero amor no busca su propio beneficio, sino el bien del amado.
Eugene Boylan; El Amor Supremo, (1952), Ediciones Rialp, 6 edición, Madrid, 2002, p.107.

Dios quiere nuestro amor y no estará satisfecho con ninguna otra cosa.
Eugene Boylan; El Amor Supremo, (1952), Ediciones Rialp, 6 edición, Madrid, 2002, p.110.

Hay solamente una fuente de verdadera felicidad en esta vida y en la futura, que es el amar y ser amado.
Eugene Boylan; El Amor Supremo, (1952), Ediciones Rialp, 6 edición, Madrid, 2002, p.112.

Los Santos se han distinguido siempre por su disposición a interrumpir sus oraciones privadas para servir a Cristo en la persona del prójimo.
Eugene Boylan; El Amor Supremo, (1952), Ediciones Rialp, 6 edición, Madrid, 2002, p.156.

La parte más importante de cada acción es el amor que la anima.
Eugene Boylan; El Amor Supremo, (1952), Ediciones Rialp, 6 edición, Madrid, 2002, p.293.

La ley de la fertilidad espiritual es sobrenatural.
Eugene Boylan; El Amor Supremo, (1952), Ediciones Rialp, 6 edición, Madrid, 2002, p.294.

Literalmente, no sabemos lo que es bueno para nosotros.
Eugene Boylan; El Amor Supremo, (1952), Ediciones Rialp, 6 edición, Madrid, 2002, p.302.

El hombre realmente espiritual es conocido por la rectitud de su conversación y, aún más, por la integridad de su silencio.
Eugene Boylan; El Amor Supremo, (1952), Ediciones Rialp, 6 edición, Madrid, 2002, p.314.

domingo, 28 de diciembre de 2008

Es Cristo que Pasa

Un día…abre tu corazón al Señor y cuéntale tu historia.….
Es Cristo que Pasa, Josemaría Escrivá de Balaguer, 1.

La mortificación es la oración de los sentidos….
Es Cristo que Pasa, Josemaría Escrivá de Balaguer, 9.
Para servir, servir….
Es Cristo que Pasa, Josemaría Escrivá de Balaguer, 50.

El cristiano sabe que Dios hace milagros…. Es Cristo que Pasa, Josemaría Escrivá de Balaguer, 50.

Dios no se conforma con la estabilidad en un nivel conseguido…..
Es Cristo que Pasa, Josemaría Escrivá de Balaguer, 54.

La conversión es cosa de un instante; la santificación es tarea de toda la vida…
Es Cristo que Pasa, Josemaría Escrivá de Balaguer, 58.

Todos los hombres son amados de Dios, de todos ellos espera amor.
Es Cristo que Pasa, Josemaría Escrivá de Balaguer, 110.

Ninguna persona es un verso suelto, sino que formamos parte de un mismo poema divino.
Es Cristo que Pasa, Josemaría Escrivá de Balaguer, 111.

La vida cristiana es un constante comenzar y recomenzar, un renovarse cada día.
Es Cristo que Pasa, Josemaría Escrivá de Balaguer, 114.

El cristiano no es nunca un hombre solitario, puesto que vive en un trato continuo con Dios.
Es Cristo que Pasa, Josemaría Escrivá de Balaguer, 116.

La caridad, más que en dar, está en comprender.
Es Cristo que Pasa, Josemaría Escrivá de Balaguer, 123.

Sembrar cada día un poco. Y la cosecha desbordará los graneros.
Es Cristo que Pasa, Josemaría Escrivá de Balaguer, 160.

Un hombre vale lo que vale su corazón.
Es Cristo que Pasa, Josemaría Escrivá de Balaguer, 164.

Tenemos que ser muy humanos; porque, de otro modo, tampoco podremos ser divinos.
Es Cristo que Pasa, Josemaría Escrivá de Balaguer, 166.

Santificar el tiempo.
Es Cristo que Pasa, Josemaría Escrivá de Balaguer, 132.



Mercedes Salisachs; El secreto de las flores

1 Y lo que es peor, el desmoronamiento se produjo de repente, sin que hubiera intervenido antes un signo de alerta, ni los ecos de aquella n...