Sinónimo de Infidelidad: Estar pasándola muy bien con
alguien, sin que tu pareja oficial se entere.
Capítulo 1. ¿Todo
el mundo es infiel?
¿Por qué tanto miedo a la traición? Porque formar
pareja cuesta muchísimo trabajo. Primero hay que buscarla, después elegirla,
después ver si ella o él están libres, después ver si le interesamos a él o
ella, si no hace cosas desagradables en la mesa; luego, decidirse a avanzar.
Después los regalitos, el primer beso… Ver si huele rico y si él es apuesto y
varonil… Y, finalmente, concretar. Después de concretar, hay que mantener, hay
que preservar, hay que recordar cumpleaños, aniversarios y cumpleaños de
suegros y cuñados. Hay que recibir en casa a amigos y parientes insoportables
de ambas partes que nos gastan la bodega y las sonrisas.
Capítulo 2. ¿Por
qué le tememos tanto a una traición?
Has invertido tiempo de tu vida en afianzar tu
relación con él, en limar asperezas y en soportar fallas de fábrica. Y ahora,
él tira todo ese tiempo por la borda, consolidando una relación con una
desconocida. Necesitas sus abrazos para prolongar la relación… ¡y el muy
canalla le regala a otra tu dosis completa de oxitocina!
Capítulo 2. ¿Por qué
le tememos tanto a una traición?
¿Por qué duele tanto una traición? Cuando nos
enamoramos y formamos pareja estable, nos entregamos por completo al otro…
Pero, de repente, el otro decide entregarse a una tercera persona. ¡Caray, eso
no estaba en el trato!
Capítulo 2. ¿Por
qué le tememos tanto a una traición?
Cuando te enteras de que tu amor rompió el pacto de
exclusividad y abrió el juego, repartiéndo su atención hacia otra persona,
sientes que ya no puedes contar con el otro.
Capítulo 2. ¿Por
qué le tememos tanto a una traición?
Si hay problemas en la pareja, los conversamos. ¿Qué
ocurre cuando tú estás convencido de que forman una pareja basada en el respeto
mutuo, la amistad, la confianza y el apoyo, y te enteras de que él o ella se
dedica, ahora, a darle apoyo, confianza y respeto, a otra? ¿Todas las
conversaciones que le has soportado a tu suegra? ¿Todas las falsas sonrisas a
tu cuñada? ¿Y los litros de perfume que has desperdiciado para esta persona? Toda
esa inversión de años… ¿para que se vaya con otra? Es doloroso, como que te
roben los ahorros de toda tu vida. Pero es aún peor, porque si te roban, vino
un ladrón y se llevó lo ajeno. Pero aquí es él mismo, tu media naranja, quien
se lleva lo tuyo, lo que era de los dos. Es como si tu chanchito de barro, tu
alcancía, tu hucha querida, se vaya de tu casa delante de tus narices. Pero
nadie te lo roba: es el chanchito que se va. Por eso, igual que la alcancía…
¡quién te deja es un cerdo!
Capítulo 2. ¿Por
qué le tememos tanto a una traición?
¿Qué le pasa a alguien cuando tú creías que él era del
tipo recto y resulta que es del tipo triángulo? Que te has metido con un
infiel. Y quien te ha engañado una vez, lo hará otra vez más, simplemente,
porque ha descubierto que puede hacerlo. La primera vez que te pone los
cuernos, tu pareja tiene muchísimo que arriesgar, porque aún no sabe cuál será
tu reacción y se está jugando el pellejo. Pero una vez que se entera de cómo
reaccionas, ya sabe cuán lejos podrá ir contigo, a través de estos cálculos
algebraicos:
a.
Una
llegada tarde + una llamada extraña = unos cuernos descubiertos.
b.
b.Tres
días llorando + una cena a la luz de las velas + 24 rosas rojas = reconciliación.
c.
Un
bolso Vuitton nuevo + una nueva luna de miel a un resort del Caribe + dos
entradas a la ópera = un permiso para ser infiel nuevamente.
Capítulo 3. ¿Por
qué se es infiel?
Muchas causas de la infidelidad son psicológicas, Se
sabe que la gente que vive en una atmósfera familiar amenazante produce más
testosterona y es más infiel, y que de padres infieles salen hijos infieles.
Capítulo 3. ¿Por
qué se es infiel?
La boca puede mentir, pero el cuerpo no.
Capítulo 3. ¿Por
qué se es infiel?
Las mentiras comunes
Él me trae del trabajo porque viene en coche y le
quedo de camino a su casa. No tiene sentido que vengas conmigo. Los que tú no
soportas son quienes irán a la fiesta. ¿Cómo te imaginas que voy a estar
saliendo con un chico que nació el mismo día en que tú y yo nos casamos? Es
solo un viaje de trabajo… al que nadie jamás llevó a la esposa. Quedaría mal si
te llevo, porque no se estila. Nooo… ¡Él no me mira con ganas! Me mira
extrañado, como diciendo: «¿Qué peinado se hace esta loca?». La estaba mirando
a ella porque se puso una ropa que parecían harapos… ¿La viste? ¡Llena de
agujeros! Por eso la miré, nada más. ¿Cómo me va a gustar una mujer así; no ves
que es lo opuesto a como eres tú? ¡Ella no es mi estilo! ¿Ese que me llama
siempre? Ah… es un tipo insoportable, tan pesado… no sé lo que quiere. ¿Con
ella? ¡Ni aunque fuera la última mujer del planeta!
Capítulo 3. ¿Por
qué se es infiel?
Qué sientes cuando estás celoso? Te sientes afuera,
abandonado, solo. Sufres porque amas y temes perder a tu amor en brazos de
otro. Temes perder junto a él un pedazo de tu vida, un montón de secretos
compartidos… Los celos son una herida en tu narcisismo. Si estás celoso, ves
que tu amor prefiere a otra persona en vez que a ti, lo que te deja
anímicamente bastante mal parado, porque supones que el rival vale más que tú.
En el mundo material, este es un sistema de evaluación muy común: «¿Cómo sé si
algo es valioso? Porque otros lo quieren». Pues, entonces, resulta que ahora te
enteras de que tu pareja —quien te está engañando— ¡es valiosa porque tiene
alguien con quien engañarte! Esto indica que tu pareja vale más porque otros lo
desean. Y si tu pareja vale más… ¿tú vales menos porque encima te cambia por
otra persona? ¿Es en verdad así? ¿Los celos son una medida de cotización de
quién tienes al lado?
Mucha gente cree que los celos son la medida del amor.
Hay celados que sienten que los celos del otro le halagan, porque «realmente se
preocupa por mi». ¿Los celos son la medida del amor? ¿O la medida de la
paranoia? Los celos siempre nacen de la inseguridad del celoso. La persona
celosa tiene la autoestima tan mellada que vive en estado de terror de que su
pareja la deje por alguien mejor. Y para alguien inseguro de su valía…
¡cualquier persona es mejor que él! El celoso se compara permanentemente con
los demás y siempre pierde en la comparación.
Si una persona está segura de sí misma, puede decir.
«Claro que quiero que te quedes conmigo, en tanto así lo quieras ni también».
Pero las canciones de amor no dicen esto. Dicen cosas como «me muero sin ti» o
«más vale que me ames como yo te amo». ¡Tremenda falacia! ¿Cómo pretendes
forzar a alguien a que te ame como tú quieras? ¿Qué le darás de premio? ¿Un
televisor? Cada uno es libre de poner en la pareja lo que puede y quiere, y
ojalá eso te baste. Y si no te basta, esa no debería ser tu pareja. Los celos,
lejos de proteger lo que es tuyo, solo logran que el celado quiera huir. Los
celos te rebajan, demostrando que te sientes fácilmente reemplazable,
descartable y olvidable, pues crees que el primero que pase puede ser mejor que
tú. ¡Vamos! ¡Tienes mejores cosas que hacer que ponerte celoso! Lavar el coche
o bordar un tapiz es algo mil veces más útil.
Capítulo 5.
Carcomidos por los celos
Una mujer celosa protege la relación, porque su
autoestima yace en esa relación. Ella piensa mucho más en «nosotros» que en si
misma. Su postura es: «Soy lo que somos… si ya no somos nada, pues no soy nada.
Si no soy nada, puedo comerme un kilo de helado de chocolate yo sola, pues no
engordaré».
Capítulo 5.
Carcomidos por los celos
Hay mujeres que viven torturadas por hombres que,
automáticamente, detectar, a la mujer más atractiva de una reunión y se abocan
a conversar con ella como si su esposa no existiera. Si ella se queja de esta
actitud, él le dice que es una ridícula, que exagera todo.
Es cierto que él es libre de coquetear a su antojo, si
cuida que no te enteres. El problema se presenta cuando lo hace delante de ti,
invalidando tus sentimientos y sin importarle que te cause dolor. Es más, muy
probablemente, lo que él quiera es causarte ese dolor, para manejar a su antojo
tus emociones.
Capítulo 5.
Carcomidos por los celos
Los celos son un sentimiento primitivo, territorial e
inútil. Si alguien quisiera ponerle los cuernos al otro, lo hará de manera tal
de que no te enteres en siglos. Ser celosos no sirve para reaccionar a tiempo
si te quieren quitar a tu amor. Solo sirve para dar letras a algunas canciones
de amores patológicos, y para que tú respondas latiguillos, como: «Puedo
explicártelo todo» o «No es lo que parece». Los celos son humillantes e
invariablemente nos ponen en una situación de inferioridad, ya que quien está
celoso es porque asume que en la comparación con el otro, perderá. Eso no es
sexi. Lo sexi es decir: «Ve con ella, si quieres. Pero si me extrañas, tal vez
sea tarde».
No pierdas energías en celar a nadie. Quédate con
aquel que solo tiene ojos para ti, no porque sea ciego, sino porque no quiere
arriesgarse a quedarse sin alguien tan seguro de sí mismo como para nunca
sentir celos. Se ha descubierto que el área del cerebro en donde se originan
los sentimientos de confianza es la misma área del amor. Por eso mismo, cuando
hay amor, hay confianza. Los celos son lo contrario de la confianza, y si hay celos,
hay desamor. «Ligerezas como el aire son para el celoso tan fuerces
confirmaciones, como un testimonio de las Sagradas Escrituras», decía
Shakespeare, confirmando que el celoso sospecha de todo. No sentirás celos
cuando sepas que no será fácil para el otro hallar a alguien tan brillante como
tú.
Capítulo 5.
Carcomidos por los celos
El infiel, en verdad, se siente tan poca cosa que, con
el engaño, lo que en verdad quiere probar es que es más listo que tú. Si te
está engañando, y tú aún lo esperas con una sopa caliente, esto prueba
definitivamente que tú eres boba y él es más astuto que tú. Y encima, para su
enorme placer, no tiene una mujer que le sirva la sopa caliente sino dos: tú y
su tonta amante. Así que es doblemente listo, porque… ¡está rodeado por dos
estúpidas! Por eso, detrás de una infidelidad siempre hay una violencia
enquistada. Me dirás: «No, no, para nada… Él es adorable; jamás ha sido
violento conmigo». No hace falta que te arrojen un florero por la cabeza para
demostrar violencia. La mentira también es violencia.
Muchas veces la infidelidad de los hombres ocurre
dentro de un gran contexto llamado violencia familiar, en donde «el hombre
fuerte» manipula a la «mujer débil». Para hacerlo, él considera —consciente o
inconscientemente— que su compañera tiene poco valor y que ser hombre le da
derecho a tener aventuras extramaritales.
Capítulo 6. Cómo
mienten los hombres
Por qué una mujer se queda pegada a un tipo que la
maltrata? Por varios motivos: Ella acaba convencida de que si lo pierde, se
quedará sola para siempre. Ella confunde la taquicardia del terror que le
provoca él, con palpitaciones de amor. Ella sabe que en el fondo él es un niño
asustado, que sufrió una infancia horrible y que ella está para ayudarlo a
crecer, darle el amor que le faltó de niño, y comprenderlo hasta que, por amor
él cambie. Ella sabe que en el fondo él no la engaña por maldad sino por
debilidad. Las reconciliaciones son tan emocionantes que hacen que esta
relación jamás sea aburrida, porque te sacude más que una montaña rusa.
Capítulo 6. Cómo
mienten los hombres
No tienes que ser investigadora para descubrir
infidelidades de tu pareja, porque ellos se encargan de dejar pistas por todas
partes. Tú hombre puede mostrarse totalmente eficaz y lógico en muchos planos,
pero estimulado por la cercanía de una jovencita apuesta, pierde todo
raciocinio y cobra el mismo discernimiento de una ameba. Así como es bueno
preservando información de su empresa, no es bueno preservando nada de su
relación paralela.
¿Es que quieren que los descubras? Sí. Eso es lo que
quieren. Si tú lo descubres, él no tendrá que contarte nada porque lo has
descubierto sola; entonces, tampoco tiene que seguir ocultando nada, porque ya
lo sabes. Y así te echan a ti la responsabilidad de saber qué hacer ahora que lo
sabes. Si lo echas de la casa, habrás sido tú quien cortó la pareja y él
preservará su conciencia limpia y le contará a sus hijos que «mamá me echó de
casa». ¡Y el infiel es la victima…!
Capítulo 6. Cómo mienten
los hombres
La verdad es que a algunos la culpa les pesa como una
mochila llena de rocas. Entonces, si tú te enteras sola, él mata dos pájaros de
un tiro: le quitas la culpa, le alivias el peso de cargar con un secreto y
además le evitas que tenga que hacerte confesiones… Así de vivos son.
Capítulo 6. Cómo
mienten los hombres
Quieren que te enteres. Los hombres son seres
transparentes hasta para herirte.
Capítulo 6. Cómo
mienten los hombres
La mayoría de las infidelidades corresponden a engaños
en el ámbito laboral.
Capítulo 8. ¿Cómo
te enteras?
Abrumado, él recurre a los clisés trillados de todas
las películas, que son estos y ni uno más; a. Son ideas tuyas.
b. No es lo que estás pensando.
c. No significó nada para mi.
Capítulo 9. ¿Qué
pasa cuando lo descubres?
Cuando te enteras, conviene mantener la calma. Aquí se
trata de sentir menos y pensar más, que es exactamente lo opuesto que ha hecho
el infiel. No imites su estupidez. Sé el cerebro de la casa. Primero, permítete
expresar toda tu indignación y no permitas que él te diga: «Bueno, no exageres,
tampoco es para que te pongas así»… porque sí hay algo en la vida que te
habilita para ponerte como una fiera es esto. Así que aprovecha ahora, que
tendrás pocos momentos en la vida donde puedas arrojar toda tu vajilla contra
la pared. Eso sí: con total calma. De a una, empezando por la vajilla heredada
de tu suegra, y apuntando a la cabeza de él.
Capítulo 9. ¿Qué
pasa cuando lo descubres?
Es imprescindible saber «quién» es la persona que le
ha interesado tanto como para engañarte. ¿Quién es esa rata que le ha
interesado más que tú? ¿Es más o menos atractiva que tú? Esta es la pregunta
más cruel para ti. Porque sea cual fuere la respuesta, siempre pierdes. Si es
más atractiva que tú, es una herida narcisista para ti, y ya que tu pareja ha
hecho un upgrading relacional. Pero si sabes que es menos atractiva que tú, es
aún peor: estás casada con un tipo que te cornea «hacia abajo», lo cual indica
tres cosas deprimentes: Él tiene mal gusto. Cualquier tonta se lo levanta. Eres
demasiado para él.
Capítulo 9. ¿Qué
pasa cuando lo descubres?
Quieres la mayor cantidad de detalles posibles, porque
ya no toleras los secretos y el misterio; ahora que lo sabes esto no es asunto
privado de ellos dos; es un asunto tuyo al 100% y lo que quieres es cortar,
machacar y descuartizar la intimidad entre él y la otra, y para eso debes
saberlo todo, que no quede ningún secreto que quede como algo privado entre
ellos dos.
Capítulo 9. ¿Qué
pasa cuando lo descubres?
Muchos solo quieren seguir adelante con su affaire,
sin importarle lo que sientas.
Capítulo 9. ¿Qué
pasa cuando lo descubres?
Al rival, hombre o mujer, simplemente, ignóralo. No
existe. Como si nunca hubiera entrado en tu vida.
Capítulo 9. ¿Qué
pasa cuando lo descubres?
No entiendes cómo no has podido darte cuenta de que él
te sacaba tiempo para dárselo a otra. ¿Así que tenía tiempo libre y lo
compartiría con otra, sin decirte nada, y cuando hace como un año que no te lleva
al cine ni a comer afuera? Esa es la mayor estafa; te ha quitado lo que era
tuyo, la posibilidad de compartir con él su tiempo libre. Y te ha tomado por
tonta al regalárselo a otra y al hacer en ese tiempo cosas que ignorabas.
Capítulo 9. ¿Qué
pasa cuando lo descubres?
Además, quieres saber cuánto tiempo hace que eres la
mayor idiota del mundo.
Capítulo 9. ¿Qué
pasa cuando lo descubres?
Capítulo 9. ¿Qué pasa cuando lo descubres?
Es muy difícil conseguir que alguien te ame porque se
lo pides. No se puede mendigar el amor. El sistema más eficaz para que otro te
ame es mostrarte como una persona de la que él se enamoraría hoy si te viera
por primera vez. La imagen que debes dar no es un estado calamitoso de cornuda
herida, sino de una persona digna e integra, que puede tener una vida plena por
su propia cuenta, sin necesitarlo a él a su lado. Procura que él comience a
admirarte
por lo que haces, más que por lo que eres.
Capítulo 9. ¿Qué
pasa cuando lo descubres?
No lo celes. Si lo celas por cada vez que saluda a una
mujer, creerá que en verdad es irresistible y querrá probar su capacidad de
seductor. Ser celoso es lo más humillante e inútil que puedes hacer porque, al
final, todo el mundo —como debe ser—, hace lo que le da la gana, te guste o no.
No sospeches de él. Le darás la Idea de ser infiel.
Sospechar de un hombre inocente es una profecía autocumplida.
No lo necesites. No te muestres muerta de amor, a sus
pies. Ten tu vida independiente y que él sepa que puedes vivir muy bien sin él.
Trata de que no te sienta 100% segura.
La seguridad excesiva mata el interés
por el otro. Muéstrate ocupada, con múltiples contactos masculinos, que sepa
que la gente te aprecia, te llama y te busca. Y si no tienes muchos conocidos o
grupos, consigue una amiga que te llame, haciéndose pasar por un admirador
secreto un tanto insistente.
No lo cortejes ni te pongas melosa. No trates de
enamorarlo, ponerte linda ni hacerle comiditas a la luz de las velas. Cuanto
más pegajosa te pones, los hombres más huyen, porque es como que te tienen a
tus pies… ¿Y por qué va a luchar por algo que ya se arrastra por él?
No te enfurezcas. Él ya se siente culpable sin que le
digas nada. La culpa de tu infiel juega a tu favor: ningún amante está
psicológicamente preparado para enfrentar a la sociedad, haciendo de su amor
ilícito algo público. Casi todos los infieles son boicoteados por sus propios
escrúpulos, que les prohíben salirse de las normas mortales socialmente
aceptadas. Ellos quieren verse a si mismos como «buena gente». Y poner los
cuernos no es de «buena gente». Por ende, por excitante que sea la aventura,
siempre es moralmente incómoda.
Mantente digna y silenciosa. Mantente digna, callada e
impertérrita. No hay nada más intrigante que una mujer que mantiene la compostura
Capítulo 9. ¿Qué
pasa cuando lo descubres?
Dicen los expertos que hay que vigilar de cerca a los
maridos ascendidos en el trabajo, porque todo ascenso, promoción o cambio
fuerce de estatus social le hace sentir al hombre con derecho a más hembras.
Hay que explicarle al marido que él no es un mono para ser un macho alfa. Si se
trepa a un árbol mientras se lo dices, no lo ha entendido del codo.
Capítulo 10.
Hombre infieles. ¿Por qué engañan ellos?
Una esposa engañada me decía. “Yo no entiendo cómo, si
mi marido es incapaz de encontrar las cosas más simples de la casa: no
encuentra la sal, ni sus Laves, ni sus anteojos, ni sus medias, ni un lápiz…
¿cómo es capaz de encontrar una amante?».
Capítulo 10.
Hombre infieles. ¿Por qué engañan ellos?
Es probable que él haya buscado a alguien por lo que
no tiene: no tiene tus preocupaciones y reclamos cotidianos, ni tus hijos y tu
ansiedad. No tiene conocimientos de todas las fallas de él, por lo que él puede
hacerle creer que es perfecto.
Capítulo 12. ¿Con quién
te engaña?
Lo que más enamora a la gente es la proximidad
Capítulo 12. ¿Con
quién te engaña?
Uno tiende a enamorarse de la gente que ve
constantemente, por la famosa oxitocina de la que hablábamos.
Capítulo 12. ¿Con
quién te engaña?
Tu marido ya no te importa tanto Ahora, sabes que no
es el ser confiable que creías.
Capítulo 12. ¿Con
quién te engaña?
Si sigues obsesionada con tu rival, cometes otro
error, que es darle una entidad y una presencia fuerte entre tú y tu pareja,
cuando lo primero que debes hacer es fingir que jamás existió. Debes lograr que
él la olvide, que no la recuerde con cada una de tus preguntas. Si sigues
hablando de ella, le estás dando protagonismo, cuando la única protagonista
aquí eres tú.
Capítulo 12. ¿Con
quién te engaña?
Así que no te conviene para nada pedir detalles sobre
quién es el otro u otra, porque estás promocionándole y recordándole a tu
pareja que comparare si es tan buena como tú o no tanto.
Capítulo 12. ¿Con
quién te engaña?
La infidelidad de tu pareja no tiene nada que ver
contigo, con lo que hagas o dejes de hacer, por más que tu pareja te diga lo
contrario. (Si te culpa de su infidelidad, es un cretino doble).
Capítulo 12. ¿Con
quién te engaña?
La tendencia a la infidelidad no tiene nada que ver
con cómo eres tú o cómo tratas a tu novio.
Capítulo 12. ¿Con
quién te engaña?
El infiel tiene una tendencia a serlo, por un motivo u
otro, como un jugador compulsivo va al casino, el cocinero cocina, el pescador
pesca o el toco ginecólogo toca.
La infidelidad se produce cuando, pese a los problemas
de pareja que tengan, desean seguir juntos, no consideran el divorcio como
alternativa y creen que la única vía de escape es la infidelidad. Si tienen
rollos morales o religiosos sobre el sacrosanto matrimonio, es más probable que
seas infiel. El resto se divorcia y comienza de nuevo.
Capítulo 12. ¿Con
quién te engaña?
Capítulo 13. «La otra»
Un affaire nos renueva la imagen que teníamos de
nosotros mismos. Nos permite ensayar un comportamiento nuevo, vestirnos
distinto, cambiar de gustos y diversiones, tomar un rol diferente ante la vida
y el otro… ¡es casi como vivir la vida dos veces! El tema de la infidelidad no
tiene que ver con las cualidades del amante. Tiene que ver con la codicia:
todos queremos tenerlo y probarlo todo. Como todo no lo encuentras en una
persona, hay personas que se regocijan en encontrarlo en varias amantes, para
satisfacer a distintas facetas de su propia personalidad. Por eso, la rival no
suele ser alguien espectacularmente especial sino, simplemente, disponible.
Los hombres no dejan a sus esposas. El matrimonio es
un sitio muy cómodo para los varones. ¿Por qué habrían de dejarlo si no los
sacan de ahí a la fuerza?
Capítulo 13. «La
otra»
Si la relación prohibida continúa, es a fuerza de la
cantidad de mentiras que él le dice a la otra.
Capítulo 13. «La
otra»
Hazte una vida propia interesante. Maridos, novios o
amantes no deben ser el centro de ni existencia, sino solo un condimento para
ratos libres. Si haces de tu pareja el centro de tu vida, arruinas tu vida y la
de él. No te quedes con alguien que te maltrata, ignora o jamás tiene tiempo
para ti. No te quedes sola, esperando que una pareja sea el único antídoto ante
la soledad. Realiza actividades que te interesen y hazte muchos amigos y amigas
que te mantengan conectada con el «afuera», sin que tengas que procurarte un
tipo que te quite de adelante del televisor. No corras detrás de un tipo
casado, o que no te llama, o que te ha dicho que no es el momento para estar de
novio, o que no olvida a su ex, o que no está superinteresado en ti, o que
confiesa que nunca se casará, o que tiene la edad de tu padre, o la de tu hijo,
o que sueña con irse a hacer beneficencia en Tanganica. Pierdes el tiempo y lo
espantarás más aún, mellando —para colmo— tu autoestima. Cada hombre que
conoces Jamás es el último, salvo que tú decidas que no quieres arriesgarte a
perderlo.
Capítulo 13. «La
otra»
Si sientes que algo anda mal, no es una sensación: es
que anda mal. Confía en tu instinto femenino: las mujeres percibimos todo.
Capítulo 13. «La otra»
Fíjate que quien te pide perdón por una infidelidad te
pide que le regales por lo menos cinco cosas:
-
El
disfrutable recuerdo de una memorable revolcada en cama ajena sin consecuencias.
- Que
sigas considerándolo buena persona, aunque Intercambió fluidos corporales con
otra.
-
Que
olvides el desliz, como que aquí no ha pasado nada.
-
Que
vuelvas a confiar
-
Que
no le hagas más reproches, porque ya te ha pedido perdón.
Capítulo 14. ¿Cuándo
se puede perdonar? (y cuándo no)
Una relación de pareja solo tiene sentido si sabes que
puedes poner las manos en el fuego por el otro.
Capítulo 14.
¿Cuándo se puede perdonar? (y cuándo no)
La gente solo te trata del modo en que permitas que te
traten.
Capítulo 14.
¿Cuándo se puede perdonar? (y cuándo no)
Si te quedas con quien te engaña, te engañas a ti
mismo
Capítulo 14.
¿Cuándo se puede perdonar? (y cuándo no)
En la pareja siempre manda quien menos necesita al
otro.
Capítulo 14.
¿Cuándo se puede perdonar? (y cuándo no)
El amor no escapa de los cálculos de marketing más
fríos.
Una infidelidad siempre es un duelo y una pérdida.
Aquí te toca saber si el duelo es sobre la confianza o sobre la relación
entera.
Capítulo 14.
¿Cuándo se puede perdonar? (y cuándo no)
Si lo reavivas todo el tiempo, no lo dejas morir.
Perdonar no es olvidar, pero no metas más el tema si quieres reconstruir la
pareja.
Solo puedes reconstruir la confianza sabiendo que:
-
No
puedes vigilar lo que hace
-
No
puedes revisarle sus cosas, porque te humillas tu.
-
No
puedes desconfiar de cada cosa que diga.
-
No
puedes esperar que cambie de un día para otro.
-
No
puedes convivir con resentimiento.
Capítulo 14. ¿Cuándo se puede perdonar? (y cuándo no)
La mejor de las venganzas sigue siendo la
indiferencia: ignorar a un egoísta es lo peor que puede sucederle a su enorme
ego. Y uno no tiene que andar gastando energía neuronal pensando cómo vengarse
de alguien que no merece que le dediquemos un instante de nuestros
pensamientos. A quien nos maltrató no hay que darle nada de atención, de marera
tal que, cuando vuelva con el rabo entre las piernas, vea que ya perdió todas
las oportunidades
Capítulo 15. El
placer de la venganza
El dolor nos hace confiar más en nosotros mismos.
Stefan Zweig decía que el dolor busca siempre la causa de las cosas, mientras
que el bienestar se inclina a estar quieto y no volver la mirada atrás. El
dolor es laborioso y el placer es perezoso.
Capítulo 15. El
placer de la venganza
O sea que si él no deja a su esposa, lo hace por tres
motivos: Con su amante quiere solo sexo. No la ama de verdad. Le tiene un miedo
atroz a su señora esposa.
Capítulo 17. Cómo
ser infiel con éxito
Ninguna inconducta se borra con una confesión. Los
criminales que confiesan igual van a la prisión. A lo sumo, quien confiesa se
está haciendo un favor egoísta a si mismo, porque ya no carga con el peso del
secreto. Pero no le hace ningún favor a su pareja.
Capítulo 18. ¿Hay
que confesarlo todo?
Di la verdad: si has sido infiel es porque has podido,
porque sentías que tenías piel con ella, no había nadie mirando y no tendría
consecuencias graves… O sea que es un asunto tuyo solamente.
Capítulo 18. ¿Hay
que confesarlo todo?
Hay cinco claves para conservar el amor para siempre.
Ser primero amigos y luego amantes. Esto sucede cuando aprecias más a tu pareja
como persona que como objeto sexual. Por supuesto, si además es buen objeto
sexual, puedes considerarte doblemente afortunada. Ser mutuamente corteses y
gentiles. Que estén casados no los habilita arrojarse cosas por la cabeza o patearle
objetos cerca para que los levante. Las mínimas reglas de cortesía tienen que
ser vigentes en el matrimonio durante toda la vida. Preservar espacios propios.
El pegoteo mata el amor y provoca insensibilidad. Lo que mantiene el romance
vivo es, justamente, alejarse un poco de tu amor, verlo a la distancia, como
hacen los artistas para retratarte mejor; así, seguramente lo verás mucho más
favorecido. Esto enriquece a la pareja, demuestra que no hay simbiosis, sino
ganas de seguir juntos. Es bueno sentir que el otro te falta. Si hay broncas,
vete de viaje y, a la vuelta, otra vez todo será romance. Encima, tendrás temas
nuevos para compartir. Si sigue la bronca, te vuelves a ir… ¡y acumulas millas!
Nadie está garantizado. Tienes que luchar por conservar el interés de tu pareja
en ti. No hay repuestos cuando el interés se rompe.
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
Un amante es alguien que primero, y antes que nada, es
tu amigo del alma. Si después hay sexo, es por añadidura. Un amante no te
resuelve tu vida y no debe ser responsable de tu felicidad. Todos debemos
buscarnos nuestras fuentes propias de placer: una actividad que nos apasione,
un diversión que nos haga sentir que el día vuela haciendo lo que nos gusta, un
trabajo que nos haga sentir útiles y competentes, un deporte que no quisiéramos
que se acabe jamás, una vocación que te defina y que te haga saber quién eres,
aquello que amas hacer… ¡Eso es lo que debes buscar; no una pareja que te anime
la existencia! Para animarte la vida, es más fácil y barato que contrates un
payaso o un grupo de mariachis.
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
Helen Gurley Brown, la mítica fundadora de
Cosmopolitan, dice que tu trabajo tiene que ser tu gran amor, porque es lo que
te da más satisfacciones y te devuelve el empeño que pongas en él: jamás te
falla ni te engaña. Si te haces amante de la vida, ella te lo retribuye con
creces y no te engaña jamás.
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
La infidelidad deja una cicatriz ultrasensible, y que
la pareja sobreviva o no, depende de la capacidad que tenga el infiel para
confortar y consolar a su pareja engañada y herida, respondiendo a todas y cada
una de las preguntas de quien sufre.
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
Piensa que hay una sola manera de superar esto, y es
que se convierta en un secreto entre los dos, y que pase a la historia.
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
Descubrir toda la intriga y mentiras que hubo mientras
tú creías en el otro es terrible.
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
Hay una necesidad imperiosa de repetir cada instante,
rebobinar la historia para internalizarla y comprender. Esto se puede hacer
mejor en terapia. Pero para curarse, hay que pasar otra vez por el dolor. Como
cuando el médico te cose la herida. Las víctimas de las catástrofes repiten y
repiten hasta el cansancio cada detalle de cuando vino el tornado, el autobomba
o cuando subió la marea: «¿Cómo no lo vi llegar?», hasta que ya no cause un
dolor insoportable. Peto a veces este dolor fortalece. A uno y a la pareja.
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
Dando detalladas explicaciones de cada cosa que haces:
el infiel debe permitir que el otro sea quien atienda el teléfono de la casa y
de su propio móvil. Debe dejar que abra sus correos electrónicos y su
correspondencia. Debe dejar que su esposo o esposa pase a buscarlo a la hora
que quiera por el trabajo. Y allí, presentarle a sus compañeros de trabajo. Y
no asistir a reuniones sin él o ella. Y hasta contarle honestamente el día que
te has encontrado por azar con tu examante y decirle: «Me preguntó cómo estaba
y le dije que no le contaré cómo estoy, porque no quiero que hablemos nunca
más… ¡Y me dijo que soy un resentido!».
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
Combinando respuestas, sentimientos y percepciones,
ambos pueden reconstruir una historia propia y comprender juntos la
infidelidad. Entonces, esta historia ya no será del infiel, sino que es una
anécdota que pertenece a los dos, una parte de la historia de la pareja.
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
¿Recuerdas la vieja máxima de «Si amas a alguien,
déjalo libre. Si regresa, es tuyo. Si no regresa, jamás lo fue»? Es cierta
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
Sé que cuesta horrores darle libertad absoluta a
alguien que amas y de quien sospechas. Pero aferrarte a los pantalones de tu
pareja no solo es agotador, sino que le estropea los pantalones. No hagas papeles
patéticos de heroína de rímel corrido y pañuelo en mano: «¿Qué he hecho yo para
merecer esto?». No te humilles. La inseguridad es una prisión en la que te
metes sola.
Capítulo 20. ¿Cómo
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Lo que debes pensar es: «Si se va con ella, allá él» y
eso es todo. Si le das a un hombre toda la libertad que quiera, él no intentará
escapar de tu vigilancia, y será todo más relajado. Es más, asumirá que te
tomas esa misma libertad para ti… ¡y estará pendiente de ti, para cuidar que no
te lleve otro!
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
Vigilar a un hombre es, además, peligroso, porque
hasta al más dormido le das la idea de hacerte trampa. Suponte que estás con un
tipo normal, de los que solo piensan «a qué hora se come» y «qué dan en la
tele», y empiezas a decirle que lo has visto mirando con ojos encendidos de
pasión a la empleada doméstica, que ya no lo toleras y que si quiere hacer algo
con ella, que lo haga fuera de casa.
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
De todos modos, por más que lo cuides, está
científicamente comprobado que bajo las condiciones más rigurosamente
controladas de presión, temperatura, volumen, humedad y demás variables
medioambientales, el macho humano siempre hará lo que le venga en gana.
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
Él problema es de él, que pierde a una mujer fiel. No
tuyo, que te sacas de encima un infiel.
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
La principal ventaja es que te despabila y te abre los
ojos en varios sentidos.
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
En primer lugar, te muestra quién es la persona con la
que estabas y qué es capaz de hacer. O sea, siempre es preferible enterarse de
quién es el otro, antes de seguir en el limbo de creer que todo anda fantástico
entre tú y él, cuando él está por irse de vacaciones con la otra.
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
Para el común de la gente, la terapia de pareja parece
ser un sistema de separarse sin romper demasiada vajilla
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prevenir y evitar la infidelidad?
Cualquier separación genera mucha culpa y nada mejor
que una terapeuta para darnos permiso: «Ustedes dos no tienen remedio y ya me
tienen podrida: sepárense de una vez». Pero esto no pasa, porque la terapeuta
precisa que sigamos en la duda; así conserva a sus pacientes.
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
Cada uno quiere convencer al terapeuta de que la culpa
de todo la tiene el otro, cuando lo que en verdad pasa es que ambos perdieron
lo esencial de una relación: la cortesía. Si tratas a tu pareja peor de lo que
tratas a un amigo
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
Por qué entonces la gente que pone energías en los
romances prohibidos no utiliza esa misma energía para mejorar su matrimonio?
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
Hacer el amor más seguido. Esto genera un pegamento
extrafuerte con tu pareja, que ayuda a poder seguir juntos y calmados.
Capítulo 20. ¿Cómo
prevenir y evitar la infidelidad?
Se sabe que a las parejas que tienen una vida sexual
satisfactoria no les pasa por la cabeza tener aventuras con terceros.
Capítulo 20. ¿Cómo prevenir y evitar la infidelidad?