Acepto que la vida sea así porque Tú así la organizaste.
Ignacio Larrañaga, Muéstrame tu Rostro, San Pablo, Santiago de Chile, 2003, p.130.
El alma, una región fronteriza entre el hombre y Dios…es simultáneamente realidad humana y teatro de la acción divina.
Ignacio Larrañaga, Muéstrame tu Rostro, San Pablo, Santiago de Chile, 2003, p.211.
Participa de la eterna juventud de Dios.
Ignacio Larrañaga, Muéstrame tu Rostro, San Pablo, Santiago de Chile, 2003, p.247.
La vida tiene que desafiar a la oración, y la oración tiene que cuestionar la vida.
Ignacio Larrañaga, Muéstrame tu Rostro, San Pablo, Santiago de Chile, 2003, p.275.
Dios nunca deja en paz aunque siempre deja la paz. A los hombres y los pueblos que se colocan bajo su influencia siempre los “saca” de unn Egipto y los coloca en un desierto, en un caminar hacia la tierra prometida de la salvación y de la madurez.
Ignacio Larrañaga, Muéstrame tu Rostro, San Pablo, Santiago de Chile, 2003, p.276.
Cada superación aumenta el caudal de amor.
Ignacio Larrañaga, Muéstrame tu Rostro, San Pablo, Santiago de Chile, 2003, p.291.
Conversión es un estar “pasando” del egoísmo al amor.
Ignacio Larrañaga, Muéstrame tu Rostro, San Pablo, Santiago de Chile, 2003, p.293.
Cuántas más compensaciones, más vacíos.
Ignacio Larrañaga, Muéstrame tu Rostro, San Pablo, Santiago de Chile, 2003, p.298.
Ignacio Larrañaga, Muéstrame tu Rostro, San Pablo, Santiago de Chile, 2003, p.130.
El alma, una región fronteriza entre el hombre y Dios…es simultáneamente realidad humana y teatro de la acción divina.
Ignacio Larrañaga, Muéstrame tu Rostro, San Pablo, Santiago de Chile, 2003, p.211.
Participa de la eterna juventud de Dios.
Ignacio Larrañaga, Muéstrame tu Rostro, San Pablo, Santiago de Chile, 2003, p.247.
La vida tiene que desafiar a la oración, y la oración tiene que cuestionar la vida.
Ignacio Larrañaga, Muéstrame tu Rostro, San Pablo, Santiago de Chile, 2003, p.275.
Dios nunca deja en paz aunque siempre deja la paz. A los hombres y los pueblos que se colocan bajo su influencia siempre los “saca” de unn Egipto y los coloca en un desierto, en un caminar hacia la tierra prometida de la salvación y de la madurez.
Ignacio Larrañaga, Muéstrame tu Rostro, San Pablo, Santiago de Chile, 2003, p.276.
Cada superación aumenta el caudal de amor.
Ignacio Larrañaga, Muéstrame tu Rostro, San Pablo, Santiago de Chile, 2003, p.291.
Conversión es un estar “pasando” del egoísmo al amor.
Ignacio Larrañaga, Muéstrame tu Rostro, San Pablo, Santiago de Chile, 2003, p.293.
Cuántas más compensaciones, más vacíos.
Ignacio Larrañaga, Muéstrame tu Rostro, San Pablo, Santiago de Chile, 2003, p.298.