Llevo en mí una gran capacidad de amar,
pero es como si se hubiera ocultado en una habitación cerrada». Secretos de un
matrimonio, Ingmar Bergman. CAPÍTULO I
La muerte lo había rozado sin acabar su
cometido. CAPÍTULO I
Decidió sonreír a los que lo iban a
visitar. Era una forma de no ceder al deterioro mental que a menudo conlleva un
deterioro físico. CAPÍTULO I
En un matrimonio todos los sacrificios
son posibles y se aceptan hasta el día en que uno de los dos se da cuenta de
que es un sacrificio». Dame tus ojos, Sacha Guitry. CAPÍTULO II
A la gente no le gusta ver el
sufrimiento en el cuerpo de los demás. CAPÍTULO II
Cuando un enfermo siente que lo han
abandonado, el sufrimiento se vuelve más intenso, más cruel. CAPÍTULO II
El alma está viva y no soporta la
rigidez, la parálisis. CAPÍTULO II
La esperanza aguardaba al otro lado del
dolor. CAPÍTULO II
¿Es vida una vida en manos de los demás?
CAPÍTULO II
Eso era el amor, desear lo que te
recuerda al ser amado. CAPÍTULO III
Tarde o temprano, la gente frustrada te
atacará. No te exhibas demasiado. Sé discreto. No olvides lo que decía el
profeta: lo mejor está en el justo medio. Cuando alguien está en el punto de
mira, siempre habrá quien rebusque en la basura. Si no encuentra nada, se
inventará alguna infamia. A la prensa le encanta, y aunque exijas una
rectificación, nadie la lee, el mal ya está hecho». CAPÍTULO VI
El fracaso es huérfano, el éxito tiene
varios padres. CAPÍTULO VI
Más valía no despertar los recuerdos.
CAPÍTULO IX
Entre un hombre y una mujer, la crueldad
es indispensable», contesta Matsuko, la mujer del asesino. Violencia a pleno
sol, Nagisa Oshima. CAPÍTULO X
Cuando estoy contigo, nada me asusta, ni
siquiera la guerra, quizá la policía», dice Veronika a Boris antes de que este
marche al frente. Cuando pasan las cigüeñas, Mijail Kalatozov. CAPÍTULO XIII
La derrota empieza cuando el adversario
logra que dudes de ti mismo, hasta el extremo de que te sientes culpable y
listo a actuar según su voluntad, a plegarte a sus exigencias. CAPÍTULO XIV
¿Abdicar? ¡Más vale desaparecer! ¿De qué
sirve empequeñecerse hasta que nadie te vea? ¿La relación en una pareja sólo es
posible si uno se convierte en la sombra del otro? CAPÍTULO XIV
Sé fuerte, sé como eres, sigue
sorprendiéndonos, dándonos lo mejor de ti. CAPÍTULO XV
El azar tiene de extraordinario que es
natural. Madame de…, Max Ophüls. CAPÍTULO XVIII
Al darle masajes, mis manos intentan
llevarse su dolor y arrojarlo lejos. Por ello, después de cada sesión, sacudo
mis dedos para retirar el mal que está en usted. Es como si mis manos estuvieran
empapadas en un agua negra y se agitaran para librarse de ella. Un maestro
hindú nos lo enseñó en un curso de formación al que asistí en Rabat. CAPÍTULO
XVIII
Cobraba un salario, pero había algo más,
una amabilidad, una gracia, que no formaban parte de su trabajo. CAPÍTULO XIX
¿Sabe usted lo que decía Chéjov a
propósito del matrimonio?: «Si tenéis miedo a la soledad, no os caséis».
CAPÍTULO XX
Me alegra saber que estás pintando.
Tengo fe en tu espíritu exigente, imperioso y soberano. Te echo de menos.
Entiendo cuánto me has querido, nunca lo dudé, como tampoco olvido que no has
sabido elegirnos. Soy toda tú, ternura y memoria, dulzura y sonrisa. Aspiro a
compartir la gran emoción que nos une más allá del tiempo. CAPÍTULO XXI
Le quedaba, pues, su arte para no
fracasar en todo. Cuando dijo a su psiquiatra que, aunque su vida conyugal era
un desastre, su vida profesional era un éxito, éste le respondió: «No estamos
en un sistema de vasos comunicantes, cada fase de nuestra vida tiene sus
recursos, sus fracasos y sus éxitos. Una no llena la otra. Si no, sería
demasiado fácil. CAPÍTULO XXI
Soy el único responsable de esta
derrota. Nuestras diferencias no eran simplemente de edad o de clase social.
Eran más profundas y graves: a lo largo de nuestra vida en común, no vivimos la
misma historia y nunca lo reconocimos». CAPÍTULO XXIII
En un matrimonio, si uno de ellos es
sensato, ambos son felices». Comentario de Paquita, la doncella de Celia.
Secreto tras la puerta, Fritz Lang. CAPÍTULO XXV
El matrimonio no es más que una
declaración de guerra celebrada con música, con buena comida, perfumes,
incienso, ropa bonita, promesas, cantos, etc. CAPÍTULO XXVI
Mi venganza se ejecutará por el camino
del bien, de la bondad y de la generosidad. Será amor y redención. Voy a
colmarlo de un amor infinito, hermoso y profundo, un amor que lo hará soñar y
lo envolverá en una dulzura insospechada. Me haré pequeñita a su lado y le
pediré perdón, me las arreglaré para obedecerle e incluso anticiparme a sus
deseos, y así no podrá dudar de mi buena fe, de mi voluntad de resolver hasta
el menor de sus problemas y de serle sumisa. Sí, me someteré, me resignaré, y
espero poder volverme imprescindible. Existir