Dedicatoria
Está a miles de días de
una vida que antaño fue hermosa y feliz.
Una especie de herida que
la voz subraya
Gracias al señor Bark, el
nuevo país tiene un rostro, una forma de andar, un peso, un cansancio y una
sonrisa, y también un olor.
Le sonríe. Se esfuerza en
transmitir muchas cosas en esa sonrisa, más cosas de las que ninguna palabra
podrá contener jamás.
Sé que soy viejo y ya
está. Saber cuántos años tengo no me serviría de nada.
Si la enfermedad es leve,
nos curamos. Si es grave, nos morimos. Eso es todo.
No es posible volver a lo
que se ha perdido, piensa el señor Linh.
¿Qué es la vida sino un
collar de heridas que cada hombre se cuelga del cuello?