¡Qué la gente que esté a tu
alrededor lo pase bien!
Jesús Urteaga; Cartas a los hombres (1975), Rialp, 3 edición, 1977, Madrid, p.108.
Se ha dicho que sólo el que tiene
un corazón limpio es capaz de reir de verdad.
Jesús Urteaga; Cartas a los hombres (1975), Rialp, 3 edición, 1977, Madrid, p.139.
Es poco rezar cuando Dios nos ha
dado cabeza, corazón, manos y dinero para que lo pongamos al servicio de los
demás.
Jesús Urteaga; Cartas a los hombres (1975), Rialp, 3 edición, 1977, Madrid, p.173.
A la justicia se puede faltar de
dos maneras: por no respetar los derechos del prójimo y por usar mal de los
bienes que nos han sido confiados.
Jesús Urteaga; Cartas a los hombres (1975), Rialp, 3 edición, 1977, Madrid, p.173.
La avaricia es vicio de viejos.
Jesús Urteaga; Cartas a los hombres (1975), Rialp, 3 edición, 1977, Madrid, p.177.
Las quejas desmoronan la paz de un
hogar.
Jesús Urteaga; Cartas a los hombres (1975), Rialp, 3 edición, 1977, Madrid, p.190.
¡Cuánto milagro de la gracia pasa
inadvertido a los ojos abiertos de los hombres!
Jesús Urteaga; Cartas a los hombres (1975), Rialp, 3 edición, 1977, Madrid, p.191.
El amor es la única moneda que
cuenta allá arriba y aquí abajo.
Jesús Urteaga; Cartas a los hombres (1975), Rialp, 3 edición, 1977, Madrid, p.326.
Madres ponerse guapas es amor.
Jesús Urteaga; Cartas a los hombres (1975), Rialp, 3 edición, 1977, Madrid, p.329.