Juntos
hemos recorrido los más insólitos caminos del amor, o mejor dicho del A-M-O-R.
Desde las formas más perversas hasta las más tiernas. Siempre creando. También
nada. … Por momentos, fuimos Jorge y July y por momentos fuimos Jorge con July,
por momentos JorgeJuly y por momentos Jorge—————July. Aun en nuestros silencios
o en nuestras distancias, nos sabemos.
Prólogo de la doctora Zulema Leonor
Saslavsky
Jorge
fue para mí más que un hijo, porque además lo elegí. Y digo fue porque ahora,
ahora es independiente. Me hace feliz verlo andar por sí mismo y a la vez me
encuentro con el sentimiento opuesto y encontrado y simultáneo de la nostalgia
que me provoca que el hijo ya no sea hijo. Creo que lo vivo más como mi
trascendencia, en parte resuelta, enriquecida por las contradicciones y el
acuerdo de los desacuerdos entre él y yo.
Prólogo de la doctora Zulema Leonor
Saslavsky
Quiero
que me oigas sin juzgarme. Quiero que opines sin aconsejarme. Quiero que
confíes en mí sin exigirme. Quiero que me ayudes sin intentar decidir por mí.
Quiero que me cuides sin anularme. Quiero que me mires sin proyectar tus cosas
en mí.
Quiero
que me abraces sin asfixiarme. Quiero que me animes sin empujarme. Quiero que
me sostengas sin hacerte cargo de mí. Quiero que me protejas sin mentiras.
Quiero que te acerques sin invadirme. Quiero que conozcas las cosas mías que
más te disgusten. Quiero que las aceptes y no pretendas cambiarlas. Quiero que
sepas que HOY contás conmigo… Sin condiciones.
Introducción.
Nietzsche
cuenta que la memoria y el orgullo peleaban: la memoria sostenía que había
sucedido y el orgullo que no podía haber sucedido así. Se miraron… ¡y la
memoria se dio por vencida!
En
última instancia nuestro pasado es una suposición, una fantasía, una
explicación de cómo los hechos llegaron a ser los actuales.
El
recuerdo es útil —es cierto—, a veces es útil. Pero no lo es cuando apoyo mi
vida en él. Cuando dependo de él, cuando digo «a mí me lo enseñaron así”.
Carta
2
Estoy
hablando de ELEGIR. No de optar. No de descartar las alternativas indeseables y
quedarme con el resto.
Carta 2
En
el dar hay implícita una doble dirección: doy recibiendo. Cuando doy, algo que
es mío pasa a ser tuyo y en el mismo instante algo tuyo —tu aceptación— pasa a
ser mío. En el regalar, en cambio, no hay bidirección; te brindo algo pero no
recibo nada. Cuando te regalo, te paso algo que de alguna manera siempre fue
tuyo. (Te compro un disco: lo compro para vos pero nunca fue mío).
Carta 3
La terapia gestáltica. Prefería llamarla: Terapia del darse cuenta.
Carta 6
Qué
diferente es el proyecto (proyectarse-lanzarse-ir hacia adelante), de la
expectativa (expectativa deriva de expectante, espectador).En la expectativa,
mi actitud es pasiva; simplemente espero que suceda algo.
Carta 10
Cuando
decís necesito no te hacés responsable. Yo quiero, en cambio, es una expresión
comprometida con todo mi ser.
Carta 10
El
miedo es siempre un invento del pensamiento, «una frustración del pasado,
fantaseada en el futuro».
Carta 10
Asisto
al siguiente instante, donde encuentro que un pedacito de todo eso que salió
mal me sirve; algo de ello me enriquece; toda la situación me hace crecer.
Carta
12
Dice
Prather: Una
piedra nunca me irrita, a menos que esté en mi camino».
Carta 12
No
nos damos cuenta de que la respuesta del otro a mi exigencia no puede ser
mejor. Su respuesta solo puede ser más. Cuando me pongo necio te exijo que me
prestes más atención, que te ocupes más de mí, que me des más cosas, que me
dediques más tiempo, que me quieras más… ¡que me quieras más!, como si vos
pudieras hacer algo para quererme más.
Carta 19
No
toda la gente sabe pedir. Conozco a quienes jamás han pedido nada, o «peor»
dicho jamás pedir nada. Ellos sienten que pedir es ponerse en manos del otro.
No pueden aceptar que no son autosuficientes. Temen a sus propias debilidades
y, sobre todo, cualquier rasgo que implique dependencia, los aterra. Muchos de
ellos se ufanan de no pedirle nada a nadie. Pero buceando un poco en su
historia personal, en sus conductas habituales, en sus relaciones más cercanas
y encontrarás siempre lo mismo: exigencias veladas y detrás de ellas más
exigencias.
Carta
19
Cuando
sentimos insatisfacción, a veces, exigimos más y en realidad queremos mejor. Carta
19
Que
la más cruel y hostil de mis exigencias es aquella en la que ni siquiera te
digo lo que quiero. Lo que espero de vos ahora es titánico.
Carta 19
Primero,
tenés que adivinar qué es lo que estoy esperando y después, por supuesto,
dármelo.
Carta 19
Aprender
a pedir es uno de los grandes desafíos del ser persona. Carta 19
Berne
dice que hay seis maneras de estructurar el tiempo (y solo seis) y que, además,
todos tenemos «hambre» de tiempo estructurado.
Las
seis maneras de Berne son: La intimidad, Los juegos de vida, La actividad, Los
pasatiempos, Los ritos, El aislamiento.
Carta 21.
Eric
Berne escribió todo un libro listando los juegos que jugamos (Games the people
play), que yo creo vale la pena leer.
Carta 21
Eric
Berne tiene una frase en su libro que me parece genial: ¡CÚRESE PRIMERO Y
PSICOANALÍCESE DESPUÉS!
Carta 23
Tengo
seis razones: la primera es que no quiero, las otras cinco… ¿qué importan?
Carta
23
Recuerdo
los ejercicios del darse cuenta de John Stevens: el darse cuenta del afuera y
el darse cuenta del adentro…
Carta 24
Describiendo
la casa a un amigo, le decía: «Es hermosa y muy grande; tiene 10 metros de
frente y 45 metros de fondo, pero para arriba y para abajo ¡no tiene límites!».
Carta 25
El
dolor aparece como una terrible amenaza a nuestra integridad… Y entonces, nos
defendemos.
Carta 26
La
mayoría de nosotros tememos separarnos de las cosas, porque nos asusta
necesitarlas mañana.
Carta 26
El
objetivo es claro: no vivir el duelo que implicaría una separación.
Carta
26
Si
no me puedo separar de aquello que hoy no está, no podré encontrarme libre para
vincularme con lo que en este momento sí está aquí conmigo.
Carta 26
Imaginemos
que alguien te quiere, te quiere mucho y vos no te sentís querida en absoluto:
¿para qué te serviría su cariño?
Carta 29
Siempre
pensé que la respuesta más hermosa a un «te quiero mucho» es «y yo me siento
muy querido por vos».
Carta 29
La
inmadurez y agregué que este concepto se relaciona con transferir el apoyo
ambiental al autoapoyo. Carta 33
Hay
tres clases de personas. Una, la que cuando tiene frío regala toda su ropa de
abrigo. Otra, que cuando siente frío se pone su ropa de abrigo. Y una tercera,
que cuando siente frío prende un fuego, para calentarse a sí misma y a todos
los otros que quieran disfrutar del calor. La
primera persona es suicida: se morirá de frío. La segunda es miserable: se morirá
sola. La tercera es un ser humano normal, adulto y egoísta (enciende el fuego
porque él tiene frío). Carta 35
Nunca
he matado a nadie —y agrego—… porque nunca he tenido un buen motivo.
Carta 37
Moral
enlatada.
Carta 37
Barry
Stevens: »Si por vivir todo lo bueno hube de vivir todo lo malo, no renuncio a
nada de lo malo por no perder nada de lo bueno».
Carta 39
LO
BUENO DE LO MALO ES QUE NO ES LO PEOR».
Carta 39
La
gran llave de este tema consiste en darme cuenta de mis guiones. Investigarlos
y descubrirlos. Encontrar cuáles actitudes de mi vida cotidiana no son en
verdad sino elección, sino parte de un argumento que trato de cumplir. Este es
el primer paso. El segundo es romper el guión. Renunciar a él de cabo a rabo; y
después, si todavía quiero un argumento (déjame llamarlo proyecto), entonces
puedo escribir uno nuevo desde mi realidad, desde mis gustos y apetencias de
aquí. Y de ahora. Y, si es posible, escribirlo con lápiz, para poder borrar lo
que quiera cuando tenga ganas. Y, sobre todo, un argumento que esté siempre
dispuesto a ser destruido y reemplazado por otro; uno nuevo más acorde con mi
vida, con mi persona, con mi sentir de hoy.
Carta 41
La
muerte conecta con la gran impotencia.
Carta 49
La
próxima vez que te encuentres en una actitud hostil (esto es: destructiva o
cruel, dañosa o hiriente), la próxima vez, miráte hacia adentro. Buscá la
impotencia implícita. Y cuando la encuentres, cuando sepas qué es lo que no
aceptás, qué es lo que no podés modificar, intentá aceptar simplemente que
quizás no puedas, date cuenta de que, si podés, quizás no sea en este momento o
por este camino. Aceptá tu impotencia.
Carta 49
Entramos
en nuestro envejecimiento espiritual dejando de crecer, dejando de aprender,
reaprender y desaprender, dejando de vibrar con las cosas nuevas, dejando de
arriesgar. Pues bien, estamos envejeciendo. ¡Pero la fuente de la juventud está
en nuestras manos!! No hay envejecimiento durante el crecimiento. Por lo tanto,
si seguimos creciendo, si a lo largo de nuestra vida no dejamos de crecer,
¡entonces nuestro espíritu no envejecerá jamás!
Carta 54
Un
viejo chiste dice: «Cuando esté en un callejón sin salida, salga por donde
entró».
Carta 54
La
Oración Gestáltica de Fritz, según yo mismo, dice: Yo soy Yo. Vos sos vos. Yo
no estoy en este mundo para llenar todas tus expectativas. Y sé que vos no
estás en este mundo para llenar todas las mías. Porque yo soy yo. Y vos sos
vos. Y cuando vos y yo nos encontramos, es hermoso. Y cuando encontrándonos, no
nos encontramos, no hay nada que hacer.
Epílogo