La vida de cualquier persona proporciona continuas
ocasiones, grandes y pequeñas, para aprender, sentir, y ejercitar
fidelidad.
José Morales; Fidelidad, 3
edición, Rialp, Madrid, 2004, p.14.
Todos necesitamos causas y personas que estimulen y
despierten nuestra capacidad de fidelidad y de lealtad, y que actualicen de
este modo nuestras posibilidades de ser fieles a lo que merece la pena.
José
Morales; Fidelidad, 3 edición, Rialp,Madrid, 2004, p.14.
La infidelidad puede equivaler a un suicidio espiritual y
ético.
José Morales; Fidelidad, 3 edición, Rialp,Madrid, 2004, p.16.
Quién practica la fidelidad demuestra creer en lo eterno, y
conciente o no de ello lo expresa en las acciones de una vida cotidiana
coherente.
José Morales; Fidelidad, 3 edición, Rialp,Madrid, 2004, p.16.
El hombre atento a lo que Dios quiere para él, se
encuentra verdaderamente a si mismo.
José
Morales; Fidelidad, 3 edición, Rialp,Madrid, 2004, p.103.
Cuando me amo, estoy amando la voluntad de Dios para mi.
José
Morales; Fidelidad, 3 edición, Rialp,Madrid, 2004, p.103.
El hombre que ha hecho una promesa se encuentra de modo muy
particular en las manos de Dios.
José Morales; Fidelidad, 3 edición,
Rialp,Madrid, 2004, p.159.
La fidelidad es la hija mayor de la oración.
José Morales;
Fidelidad, 3 edición, Rialp,Madrid, 2004, p.201.
Las tareas humanas dependen de la oración.
José Morales;
Fidelidad, 3 edición, Rialp,Madrid, 2004, p.203.
Así avanza la vida, de
amputación en amputación. José Morales; Fidelidad, 3 edición, Rialp,Madrid,
2004, p.223.