La vida para mi, no es una vela que se apaga. Es más bien
una espléndida antorcha que sostengo en mis manos durante un momento, y quiero
que arda con la máxima claridad posible antes de entregarla a futuras
generaciones.
Bernard Shaw en Robin S. Sharma; El monje que vendió su ferrari,
Plaza janés, Barcelona, 1997, p. 13.
Nunca descuides el poder de la sencillez.
Robin S. Sharma;
El monje que vendió su ferrari, Plaza janés, Barcelona, 1997, p. 56.
La preocupación priva a la mente de gran parte de su
poder y, antes o después, acaba dañando el alma.
Robin S. Sharma; El monje que
vendió su ferrari, Plaza janés, Barcelona,
1997, p. 60.
Para vivir una vida de máxima plenitud hay que montar
guardia y dejar que entre en tu jardín sólo la información más selecta. No
puedes permitirte el lujo de un pensamiento negativo, ni uno solo.
Robin S. Sharma;
El monje que vendió su ferrari, Plaza janés, Barcelona, 1997, p. 60.
Los sabios me enseñaron que en un día normal la persona
normal tiene unos 60.000 pensamientos. Lo que a mi me chocó, fue que el 99 por
ciento de los mismos era exactamente igual que el día anterior……es la tiranía
del pensamiento empobrecido.
Robin S. Sharma; El monje que vendió su ferrari,
Plaza janés, Barcelona, 1997, p. 60.
Administrar la mente es administrar la vida.
Robin S. Sharma;
El monje que vendió su ferrari, Plaza janés, Barcelona, 1997, p. 61.
Cundo consigas arraigar el hábito de buscar lo positivo
en cada circunstancia, tu vida pasará a sus dimensiones superiores.
Robin S. Sharma;
El monje que vendió su ferrari, Plaza janés, Barcelona, 1997, p. 63.
De la lucha surge la fuerza.
Robin S. Sharma; El monje
que vendió su ferrari, Plaza janés, Barcelona,
1997, p. 64.
Las personas crecen más cuando entran en la zona de lo
desconocido.
Robin S. Sharma; El monje que vendió su ferrari, Plaza janés,
Barcelona, 1997, p. 115.
Cuando borras el miedo de tu mente, empiezas a parecer
más joven y tu salud gana en vitalidad.
Robin S. Sharma; El monje que vendió su
ferrari, Plaza janés, Barcelona, 1997,
p. 118.
Mejorar cada aspecto de sí mismo constantemente.
Robin S.
Sharma; El monje que vendió su ferrari, Plaza janés, Barcelona, 1997, p. 119.
Invertir menos tiempo en las cosas menos importantes para
emplearlo en las que tienen más significado, requiere mucho coraje. Requiere
que salgas de tu zona de confort.
Robin S. Sharma; El monje
que vendió su ferrari, Plaza janés, Barcelona,
1997, p. 120.
Los libros te ayudan a ver lo que ya está dentro de ti.
Robin
S. Sharma; El monje que vendió su ferrari, Plaza janés, Barcelona, 1997, p. 134.
Hay mucha gente que sufre de esa terrible enfermedad
llamada excusitis.
Robin S. Sharma; El monje que vendió su ferrari, Plaza
janés, Barcelona, 1997, p. 119.
El único modo de mejorar mañana es saber que has hecho
mal hoy.
Robin S. Sharma; El monje que vendió su ferrari, Plaza janés,
Barcelona, 1997, p. 139.
Sacar partido de la pérdida es una ley fundamental de la
naturaleza.
Robin S. Sharma; El monje que vendió su ferrari, Plaza janés,
Barcelona, 1997, p. 153.
Para ser dueño de tu tiempo has de separar la grasa de la
carne.
Robin S. Sharma; El monje que vendió su ferrari, Plaza janés,
Barcelona, 1997, p. 179.
¿Qué buenas obras has hecho durante el día?
Robin S. Sharma;
El monje que vendió su ferrari, Plaza janés, Barcelona, 1997, p. 187.
Cuando trabajas para mejorar la vida de los demás,
indirectamente estás elevando la tuya. Cuando te preocupas de realizar actos
bondadosos diariamente y al azar, tu propia vida se enriquece y gana en
significado. Para cultivar la sntidad de cada día, sirve a los demás de alguna
manera.
Robin S. Sharma; El monje que vendió su ferrari, Plaza janés,
Barcelona, 1997, p. 188.