Ningún cristiano puede conformarse con conocer a Jesucristo solo de oídas: la vida cristiana es esencialmente una relación personal con Jesús.
Si queremos vivir como hijos de Dios, hemos de aprender a acoger su misericordia: no podemos saber verdaderamente quiénes somos si desconocemos el amor de Dios por nosotros.
En todas las cegueras hay falta de oración.
Sin oración la fe se desdibuja y se pierde la única clave que permite entenderse a fondo a sí mismo y ser señor de la propia vida: que no hemos sido hechos para la soledad, sino para el amor.
Hemos sido creados para vivir en un diálogo entusiasmante con Dios.
Es a Jesús a quien buscaís cuando soñáis la felicidad; es El quien os espera cuando no os satisface nada de lo que encontráis; es El la belleza que tanto os atrae; es El quien os provoca con esa sed de radicalidad que no os permite dejaros llevar por el conformismo; es El quien os empuja a dejar las máscaras que falsean la vida; es El quien os lee en el corazón las decisiones más auténticas que otros querrían sofocar. Es Jesús el que suscita en vosotros el deseo de hacer de vuestra vida algo grande.
Jorge Miras; cara a cara con Jesús, Ediciones Palabra, Madrid, 2003, p. 5.
Más que de la parábola del hijo pródigo, deberíamos hablar de la parábola del Padre misericordioso.
Juan Pablo II en Jorge Miras; cara a cara con Jesús, Ediciones Palabra, Madrid, 2003, p. 5.
Si queremos vivir como hijos de Dios, hemos de aprender a acoger su misericordia: no podemos saber verdaderamente quiénes somos si desconocemos el amor de Dios por nosotros.
Jorge Miras; cara a cara con Jesús, Ediciones Palabra, Madrid, 2003, p. 13.
En todas las cegueras hay falta de oración.
Jorge Miras; cara a cara con Jesús, Ediciones Palabra, Madrid, 2003, p. 30.
Sin oración la fe se desdibuja y se pierde la única clave que permite entenderse a fondo a sí mismo y ser señor de la propia vida: que no hemos sido hechos para la soledad, sino para el amor.
Jorge Miras; cara a cara con Jesús, Ediciones Palabra, Madrid, 2003, p. 31.
Hemos sido creados para vivir en un diálogo entusiasmante con Dios.
Jorge Miras; cara a cara con Jesús, Ediciones Palabra, Madrid, 2003, p. 31.
Es a Jesús a quien buscaís cuando soñáis la felicidad; es El quien os espera cuando no os satisface nada de lo que encontráis; es El la belleza que tanto os atrae; es El quien os provoca con esa sed de radicalidad que no os permite dejaros llevar por el conformismo; es El quien os empuja a dejar las máscaras que falsean la vida; es El quien os lee en el corazón las decisiones más auténticas que otros querrían sofocar. Es Jesús el que suscita en vosotros el deseo de hacer de vuestra vida algo grande.
Juan Pablo II en Jorge Miras; cara a cara con Jesús, Ediciones Palabra, Madrid, 2003, p. 32.