Intimidad improvisada
En las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habita un verano invencible. ALBERT CAMUS
Presentación
A medias. Así está siempre la vida, ¿no? En tránsito.
Presentación
Clandestinidad infantil.
Presentación
La vida en tránsito, en espera, gastándose y calentándose. A veces se enfría, sí. Se derriten los días como aquella cera del flexo, se dilapida como el gasto en cromos, la usamos como los lapiceros sin punta, nos desembolsan emociones por cada recuerdo, nos desangramos en alguno de ellos. Se carcome en las frustraciones, se aviva en los encuentros y se disipa en los errores. ¿Y?
Presentación
Mientras se evapora, uno tiene derecho a borrarse, a inventarse y a corregirse. Derecho de disfraz, de fiesta y de sonrisa. Podemos darnos la vuelta, regresar, cambiar de dirección o bajarnos del coche. En el recorrido que nos han regalado, vete a saber cuánto durará, lo importante es el paisaje. Ese donde están todas las pequeñas cosas, las grandes y las invisibles.
Presentación
Hay un silencio forzado y otro inesperado.
Presentación
No saben los que mandan callar qué bien se está lejos del ruido.
Presentación
Y el futuro es como esa página por pintar que espera el brochazo húmedo de las acuarelas. Prometo usar el color.
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
El inicio de Ana Karenina: todas las familias felices se parecen; las infelices lo son cada una a su manera.
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
CAMINANTE, SÍ HAY CAMINO
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
Husmeo novelas o cago problemas alegremente también al borde de la memoria.
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
Es lo que tiene viajar. No solo sellas la distancia con tu casa, también con la realidad más pesada. Ves las cosas como son, no como dicen. Aceptas el aburrimiento como algo agradable. Parafraseando a Cesare Pavese, viajar es una brutalidad, «te obliga a confiar en desconocidos y a perder de vista lo familiar. Nada es tuyo, excepto lo más esencial: el aire».
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
Mark Twain: «Viajar es un ejercicio con consecuencias fatales para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de la mente».
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
Me pedía algo de cariño con la mirada.
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
Dejándose querer por Navidad.
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
Por todo eso era violenta su presencia, porque desde la dulzura se adivinaba la puta vida. La puta vida de la gente sin hogar.
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
Los famosos porsiacasos— ocupaban más que el resto de necesidades.
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
Tal y como han pasado los años, los kilómetros y los viajes, vas reduciendo equipaje, echas menos prendas, cargas menos trastos y resumes tu vida como acortas el currículum. Al principio pones hasta las prácticas en la hoja parroquial de tu pueblo; con los años, queda una simple frase. Con la maleta, igual. Y con las circunstancias, también.
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
La importancia que le damos a algunos asuntos de la vida es tan excesiva que se convierte en los porsiacasos de las maletas de viaje.
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
Como alma en pena del infierno de Dante.
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
El dolor ante la ausencia del invisible —y el peor dolor, el de la culpabilidad y del «cómo no me di cuenta»— es gigantesco y oculto. Qué paradoja. Ese sufrimiento es mudo. Todos se callan.
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
La ausencia de la hija es tan grande que ocupa todo su día.
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
El excesivo regodeo que hay en el lamento, en la burla y en el odio está siendo alimentado en la red. Twitter parece un tribunal que juzga y gime, que gruñe y grita. Y los hay expertos en quejarse de todo.
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
La crueldad innecesaria es uno de los rasgos más definitorios de los psicópatas y los fracasados.
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
Es una pena que un instrumento tan bueno como Twitter tenga más eco en el descontento que en el aplauso.
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
Lo poco generaba satisfacción.
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
Un día la edad pone en equilibrio lo importante y lo urgente. Y ese día te relajas. Ese día empieza la vida. Es la segunda epifanía.
Instrucciones para que la vida no se te enfríe
Desolador resulta que muchas veces no encontremos cuál es nuestro momento feliz. No digo de exagerada felicidad, de fuegos artificiales y cataratas de confeti; hablo de las pequeñas cosas que nos gustan, que nos sacan una sonrisa y que pasan desapercibidas porque esperamos el premio Gordo durante todo el día.
Con un poco de azúcar
Al final, ya lo dice Borges, no sabes si recuerdas lo que viste o lo que te han repetido después. No sabes si lo viste o lo viviste. La realidad se adultera.
Los guionistas de la vida nunca tienen suficiente
Leer es bueno para el colesterol porque me aleja de las bolsas de golosinas y del chocolate. Leer es bueno, sea como sea. Leer es ficción. Leer es entrar en Oz. Leer es saludable.
La ridícula idea de amar
Faltaba chispa, química, efervescencia, riesgo, impulso literario, cama, pasión…
Un libro habla de ti. Y de nosotros también
Y, como dijo André Gide: «Ante ciertos libros, uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas, uno se pregunta: ¿qué leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran».
Un libro habla de ti. Y de nosotros también
Una niña con edad. Una mujer que se inventaba la vida para hacerla verdad. Es lo que nos toca, inventarla.
Sensación de vértigo (duelo)
Un libro habla de ti. Y de nosotros también
Imaginación. Palabras. Tacto. Y, en esa relación de amor, solo queda quererse. Los libros son los amantes que coquetean contigo desde la estantería, con la falda más corta o los brazos más prietos, con portadas maquilladas, con títulos que te silban entre muchos otros queriendo irse contigo a casa. Ese hammam lleno de vaho que es una librería abarrotada de libros donde apenas se distinguen las caras necesita el sofá de tu hogar, la almohada de tu cama y el sillón de la ventana. Leer es eso, amarse. Amarse mientras se lee.
Un libro habla de ti. Y de nosotros también
Los escritores narramos para que nos quieran. Cuando juntas palabras no solo aspiras a que te lean, que te comenten y que te recomienden. Cuando juntas palabras necesitas sentirte querido. En ese terreno débil que son las páginas de un libro solo están el autor y el lector. Silencio. Verbos.
Un libro habla de ti. Y de nosotros también
No estoy vencido, es solo una especie de resignación dócil y voluntaria.
Un libro habla de ti. Y de nosotros también
Leer antes de saber leer es muy importante.
Un libro habla de ti. Y de nosotros también
Gracias porque quitáis horas de ocio y elegís mi novela. Gracias por las palabras dichas, las ahogadas por los nervios y las guardadas por pudor. Gracias también al resto de libros que llenan los estantes y las cajas. Gracias a los autores que los han escrito.
Un libro habla de ti. Y de nosotros también
Lo que somos, lo que nos ha construido, la lente con la que vemos el mundo está en los libros que leímos, en los autores que amamos, en las ficciones que nos acompañaron en el camino y en las que nos acompañarán.
Un libro habla de ti. Y de nosotros también
Escribir es, entre otras cosas, un acto inconsciente de admiración. Un homenaje a los que me emocionaron.
Un libro habla de ti. Y de nosotros también
Decía Eliot que el propósito de la literatura es convertir la sangre en tinta.
Un libro habla de ti. Y de nosotros también
Gracias a los autores que he leído por hacerme quien soy. Lo celebro en cada firma, en cada libro, en cada nuevo lector. Gracias por permitirme entrar en vuestro mundo, porque ahora he abierto el mío para mirar bajo el agua de las palabras. Desarmado.
El peso de la vajilla de porcelana
La vida tiene poquitas letras, dos menos que la muerte. Por eso se pasa rápida y la otra se intuye larga.
El peso de la vajilla de porcelana
Tan pendientes del futuro y de sus asuntos triviales que el día menos pensado todo es pasado. Hasta ese porvenir que te parecía lejanísimo.