Al principio, Dios quiso poner un belén y creó el universo para adornar la cuna.
Enrique Monasterio; El Belén que puso Dios (1995),Palabra, Novena edición, 2004, Madrid, p.9.
Enrique Monasterio; El Belén que puso Dios (1995),Palabra, Novena edición, 2004, Madrid, p.9.
Dios…decidió transmitir en directo el nacimiento de su hijo a todos los diciembres de la historia, y a todos los corazones que tuvieran sitio para un Belén. Así inventó la navidad.
Enrique Monasterio; El Belén que puso Dios (1995), Palabra, Novena edición, 2004, Madrid, p.11.
Enrique Monasterio; El Belén que puso Dios (1995), Palabra, Novena edición, 2004, Madrid, p.11.
La navidad no es un aniversario, ni un recuerdo. Tampoco es un sentimiento. Es el día en que Dios pone un belén en cada alma. A nosotros sólo nos pide que le reservemos un rincón limpio. Enrique Monasterio; El Belén que puso Dios (1995),Palabra, Novena edición, 2004, Madrid, p.11.
Di siempre la verdad: no profanes la palabra que te he dado. Si te cansas de hacerlo, puedes inventar la literatura.
Enrique Monasterio; El Belén que puso Dios (1995), Palabra, Novena edición, 2004, Madrid, p.27.
Enrique Monasterio; El Belén que puso Dios (1995), Palabra, Novena edición, 2004, Madrid, p.27.
Los niños recién nacidos tienen los ojos cerrados. Sólo se atreven a mirar a sus madres.
Enrique Monasterio; El Belén que puso Dios (1995), Palabra, Novena edición, 2004, Madrid, p.39.
Enrique Monasterio; El Belén que puso Dios (1995), Palabra, Novena edición, 2004, Madrid, p.39.
No te importe que tu ingenio sea pequeño, con tal de que alcance la verdad. Las aves que vuelan más alto no son las que más aletean, sino las que se dejan llevar por el viento y aprenden a navegar sin fatiga, desplegando sus alas sin miedo al espíritu que las arrastra.
Enrique Monasterio; El Belén que puso Dios (1995), Palabra, Novena edición, 2004, Madrid, p.47.
Enrique Monasterio; El Belén que puso Dios (1995), Palabra, Novena edición, 2004, Madrid, p.47.
En cada mujer, desde el comienzo del mundo hasta hoy, Dios puso algo de María.
Enrique Monasterio; El Belén que puso Dios (1995), Palabra, Novena edición, 2004, Madrid, p.67.
Enrique Monasterio; El Belén que puso Dios (1995), Palabra, Novena edición, 2004, Madrid, p.67.
Una madre es más bella cuando tiene muchos hijos. Porque son muchas las miradas que la embellecen.
Enrique Monasterio; El Belén que puso Dios (1995), Palabra, Novena edición, 2004, Madrid, p.71.
Enrique Monasterio; El Belén que puso Dios (1995), Palabra, Novena edición, 2004, Madrid, p.71.
Cuando el cielo está de fiesta, puede suceder cualquier cosa en la tierra.
Enrique Monasterio; El Belén que puso Dios (1995), Palabra, Novena edición, 2004, Madrid, p.80.
Enrique Monasterio; El Belén que puso Dios (1995), Palabra, Novena edición, 2004, Madrid, p.80.