El creyente avanza entre tinieblas con la certidumbre de que, aún cuando él no vea nada, Dios por su parte, lo está mirando siempre. Chevrot; Las Bienaventuranzas (1952), Rialp, Undécima edición, Madrid, 1991, p.192.
Dios sabe lo que nosotros no sabemos.
Chevrot; Las Bienaventuranzas (1952), Rialp, Undécima edición, Madrid, 1991, p.199.
En cuanto se discute una obligación se prepara uno a no ejecutarla.
Chevrot; Las Bienaventuranzas (1952), Rialp, Undécima edición, Madrid, 1991, p.201.
Un cristiano cree que el mal no es más fuerte que el bien.
Chevrot; Las Bienaventuranzas (1952), Rialp, Undécima edición, Madrid, 1991, p.242.
El temor es una falta de fe.
Chevrot; Las Bienaventuranzas (1952), Rialp, Undécima edición, Madrid, 1991, p.244.
Jesús se sirve de nosotros para continuar su obra.
Georges Chevrot; Las Bienaventuranzas (1952), Rialp, Undécima edición, Madrid, 1991, p.256.
Dios sabe lo que nosotros no sabemos.
Chevrot; Las Bienaventuranzas (1952), Rialp, Undécima edición, Madrid, 1991, p.199.
En cuanto se discute una obligación se prepara uno a no ejecutarla.
Chevrot; Las Bienaventuranzas (1952), Rialp, Undécima edición, Madrid, 1991, p.201.
Un cristiano cree que el mal no es más fuerte que el bien.
Chevrot; Las Bienaventuranzas (1952), Rialp, Undécima edición, Madrid, 1991, p.242.
El temor es una falta de fe.
Chevrot; Las Bienaventuranzas (1952), Rialp, Undécima edición, Madrid, 1991, p.244.
Jesús se sirve de nosotros para continuar su obra.
Georges Chevrot; Las Bienaventuranzas (1952), Rialp, Undécima edición, Madrid, 1991, p.256.