En nuestro mundo orientado a la emergencia, el miedo y la ira se han convertido en fuerzas poderosas del comportamiento humano. Henry J.M. Nouwen; Payasadas en Roma (1979), Lumen, Buenos Aires, 1997, p. 17.
Con la soledad aprendemos a depender de Dios.
Henry J.M. Nouwen; Payasadas en Roma (1979), Lumen, Buenos Aires, 1997, p. 21.
El aburrimiento no significa que no tenemos qué hacer, o que no suceden suficientes cosas que nos entretengan, sino que estamos carcomidos por el sentimiento de que cualquier cosa que hagamos o digamos no tiene real importancia.
Henry J.M. Nouwen; Payasadas en Roma (1979) Lumen, Buenos Aires, 1997, p. 82.
El gran misterio de la vida contemplativa no es que veamos a Dios en el mundo, sino que el dios que está dentro de nosotros reconozca al Dios que está en el mundo.
Henry J.M. Nouwen; Payasadas en Roma (1979), Lumen, Buenos Aires, 1997, p. 89.
A dios se le conoce mediante el corazón.
Henry J.M. Nouwen; Payasadas en Roma (1979)Lumen, Buenos Aires, 1997, p.90.
Que mi forma de vida les hable a muchos…..
Henry J.M. Nouwen; Payasadas en Roma (1979), Lumen, Buenos Aires, 1997, p. 94.
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