La gran fuerza de un hombre son sus virtudes.
Los cristianos tenemos la ilusión de que Dios lea con alegría la historia de nuestra vida; que encuentre en ella muchos momentos en que hemos procurado amarle y servir a los demás.
Juan Luis Lorda; Para ser cristiano (1991), Ediciones Rialp, 7ª edición, 2000, Madrid, p. 22.
Para amar a Dios sobre todas las cosas…se requieren fundamentalemente virtudes.
Juan Luis Lorda; Para ser cristiano (1991), Ediciones Rialp, 7ª edición, 2000, Madrid, p. 22.
El Amor es una cosa muy delicada: es muy fuerte porque empuja al heroísmo, pero muy sensible porque se enfría en seguida con la negligencia y el descuido.
Juan Luis Lorda; Para ser cristiano (1991), Ediciones Rialp, 7ª edición, 2000, Madrid, p. 43.
El luchar cada día un poco da a la vida un tono espléndido de juventud, además de llenarla de interés.
Juan Luis Lorda; Para ser cristiano (1991), Ediciones Rialp, 7ª edición, 2000, Madrid, p. 51.
Si no somos capaces de trabajar cansados o un poco enfermos, el valor de nuestra vida se reduce a la mitad, porque cansados o enfermos estaremos muchas veces.
Juan Luis Lorda; Para ser cristiano (1991), Ediciones Rialp, 7ª edición, 2000, Madrid, p. 57.
La capacidad de exigirse es la clave del éxito.
Juan Luis Lorda; Para ser cristiano (1991), Ediciones Rialp, 7ª edición, 2000, Madrid, p. 57.
Un cristiano es una persona que ya se ha marcado unas directrices. Sabe que el fin de su vida es amar a Dios y servir a los demás.
Juan Luis Lorda; Para ser cristiano (1991), Ediciones Rialp, 7ª edición, 2000, Madrid, p. 111.
Quién se acostumbra a obrar siguiendo su sentido del deber vive en armonía con Dios, con los demás y consigo mismo.
Juan Luis Lorda; Para ser cristiano (1991), Ediciones Rialp, 7ª edición, 2000, Madrid, p. 123.
Hay una diferencia enorme en el enfoque que da a su vida una persona recta o egoísta: el que es egoísta se orienta subjetivamente por sus caprichos, el que es recto según la verdad.
Juan Luis Lorda; Para ser cristiano (1991), Ediciones Rialp, 7ª edición, 2000, Madrid, p. 124.
Orientar toda nuestra vida hacia los demás es la clave de la vida moral.
Juan Luis Lorda; Para ser cristiano (1991), Ediciones Rialp, 7ª edición, 2000, Madrid, p. 133.
Decidirse a servir tiene un efecto inmediato en la vida moral, pues exige ir prescindiendo del propio yo, de la propia comodidad, de la sensualidad, del egoísmo y emplear todos los talentos que se tienen en el servicio a los demás.
Juan Luis Lorda; Para ser cristiano (1991), Ediciones Rialp, 7ª edición, 2000, Madrid, p. 133.
La prueba y la ley del amor es el sacrificio.
Juan Luis Lorda; Para ser cristiano (1991), Ediciones Rialp, 7ª edición, 2000, Madrid, p. 140.
El sacrificio de uno mismo es el combustible que hay que quemar para que un hogar tenga calor. Juan Luis Lorda; Para ser cristiano (1991), Ediciones Rialp, 7ª edición, 2000, Madrid, p. 140.
Juan Luis Lorda; Para ser cristiano (1991), Ediciones Rialp, 7ª edición, 2000, Madrid, p. 143.
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