La autosuficiencia se manifiesta en el estado arisco para recibir ayuda de los demás.
Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.18.
Si cada uno tiene su salerito, o su pequeña fuente y jarra al alcance de las manos ¿Qué servicio podríamos prestarnos unos a otros? Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.20.
Si todas la vida doméstica tiene como aspiración la comodidad, corremos el riesgo de que el salerito individual sea un criterio trasladable inconcientemente a todos los ambitos de las relaciones humanas.
Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.20.
Las comparaciones entre hijos, si son positivas unen, si son negativas desunen.
Ibáñez Langlois en Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.30.
La soberbia nos empuja a compararnos con los demás.
Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.31.
Más que decir ¡pura suerte! Debiéramos decir ¡pura envidia!
Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.32.
Algunas características de toda persona amable:
- Tolerante en sumo grado con la ignorancia y defectos ajenos.
- Conciente de las propias limitaciones.
- Firme en los principios.
- Veloz en reconocer las culpas.
- Dispuestas a perdonar los agravios.
- No enfurecerse si la pisan.
- No irritarse ante los errores ajenos.
- Mostrarse invariablemente jovial.
- No hacer partícipes a los demás de los propios dolores de cabeza y/o trastornos digestivos causados por los excesos en la bebida y en la comida.
- Respetar las confidencias.
- Guardar rigurosamente los secretos.
- No murmurar jamás.
- Tener una gran paciencia.
Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.62.
La alegría es el “sacramento de la sonrisa”.
Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.74.
La tarea de rectificación de nuestra intención ha de ser continua, como lo es la rectificación del volante de un auto durante un viaje largo.
Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.101.
Los padres deben confirmar en el amor a cada hijo individualmente.
Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.212.
ENAMORARSE ( EN – AMOR – DARSE).
Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.235.
Si basta una mirada, no hagas un gesto, si basta un gesto, no digas una palabra, si basta una palabra, no pegues un grito, y si basta un grito, no des una paliza.
Ibáñez Langlois en Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.248.
Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.18.
Si cada uno tiene su salerito, o su pequeña fuente y jarra al alcance de las manos ¿Qué servicio podríamos prestarnos unos a otros? Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.20.
Si todas la vida doméstica tiene como aspiración la comodidad, corremos el riesgo de que el salerito individual sea un criterio trasladable inconcientemente a todos los ambitos de las relaciones humanas.
Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.20.
Las comparaciones entre hijos, si son positivas unen, si son negativas desunen.
Ibáñez Langlois en Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.30.
La soberbia nos empuja a compararnos con los demás.
Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.31.
Más que decir ¡pura suerte! Debiéramos decir ¡pura envidia!
Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.32.
Algunas características de toda persona amable:
- Tolerante en sumo grado con la ignorancia y defectos ajenos.
- Conciente de las propias limitaciones.
- Firme en los principios.
- Veloz en reconocer las culpas.
- Dispuestas a perdonar los agravios.
- No enfurecerse si la pisan.
- No irritarse ante los errores ajenos.
- Mostrarse invariablemente jovial.
- No hacer partícipes a los demás de los propios dolores de cabeza y/o trastornos digestivos causados por los excesos en la bebida y en la comida.
- Respetar las confidencias.
- Guardar rigurosamente los secretos.
- No murmurar jamás.
- Tener una gran paciencia.
Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.62.
La alegría es el “sacramento de la sonrisa”.
Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.74.
La tarea de rectificación de nuestra intención ha de ser continua, como lo es la rectificación del volante de un auto durante un viaje largo.
Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.101.
Los padres deben confirmar en el amor a cada hijo individualmente.
Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.212.
ENAMORARSE ( EN – AMOR – DARSE).
Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.235.
Si basta una mirada, no hagas un gesto, si basta un gesto, no digas una palabra, si basta una palabra, no pegues un grito, y si basta un grito, no des una paliza.
Ibáñez Langlois en Pedro José María Chiesa; Amor Soberbia y Humildad, Argentina, 3ª edición, 2006, p.248.
1 comentario:
Me quedo con todas. pero el de La alegría es el "sacramento de la sonrisa" le pongo SUma cum laude.
Un saludo
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