El apego perderá la batalla, cuando lo desocultemos y lo miremos de frente, cara a cara, porque nuestra ceguera es lo que le da poder sobre nosotros. María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.8.
El apego es miedo, y éste es un sentimiento que quita libertad e impide amar.
María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.9.
Dejar de mentirse a uno mismo es el mejor de los amuletos.
Patrick Millar en María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.26.
Aprender y aceptar que fuimos lo mejor que pudimos ser.
María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.29.
Nada se queda quieto…y si uno no camina….¡La vida nos empuja!...uno mismo es quien elige si para bien o para mal…para arriba o para abajo.
María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.33.
Las actitudes son más importantes que las aptitudes.
Winston Churchill en María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.47.
Cada vez que sucede algo malo, puedo elegir entre ser víctima o aprender de ello.
María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.48.
Nadie percibe una vibración de otro sin experimentarla.
Herman Hesse en María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.71.
La mujer completa ama a sus hijos a través de su marido.
María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.80.
Lo más grande que un hombre puede hacer por sus hijos es amar a la madre de sus hijos. Theodore hesburgh en María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.84.
Centrarse en los demás te ayuda a centrarte.
María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.109.
El apego es miedo, y éste es un sentimiento que quita libertad e impide amar.
María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.9.
Dejar de mentirse a uno mismo es el mejor de los amuletos.
Patrick Millar en María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.26.
Aprender y aceptar que fuimos lo mejor que pudimos ser.
María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.29.
Nada se queda quieto…y si uno no camina….¡La vida nos empuja!...uno mismo es quien elige si para bien o para mal…para arriba o para abajo.
María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.33.
Las actitudes son más importantes que las aptitudes.
Winston Churchill en María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.47.
Cada vez que sucede algo malo, puedo elegir entre ser víctima o aprender de ello.
María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.48.
Nadie percibe una vibración de otro sin experimentarla.
Herman Hesse en María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.71.
La mujer completa ama a sus hijos a través de su marido.
María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.80.
Lo más grande que un hombre puede hacer por sus hijos es amar a la madre de sus hijos. Theodore hesburgh en María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.84.
Centrarse en los demás te ayuda a centrarte.
María Guadalupe Buttera, Roberto Federico Ré; Madurando nuestros apegos, San Pablo, Buenos Aires, 2009, p.109.
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