Despierta
hombre; por ti Dios se hizo hombre.
Los cinco minutos de San Agustín,
Editorial Claretiana, Selección de textos y adaptación de Néstor Saporiti,
2003, p.11.
Nuestro progreso se realiza por medio de la tentación
y nadie puede conocerse a sí mismo si no es tentado, ni puede ser coronado si
no ha vencido ni puede vencer si no ha luchado, ni puede luchar si carece de
enemigo y de tentaciones.
Los cinco minutos de San Agustín, Editorial
Claretiana, Selección de textos y adaptación de Néstor Saporiti, 2003, p.39.
Cristo continúa sufriendo en nosotros.
Los cinco
minutos de San Agustín, Editorial Claretiana, Selección de textos y adaptación
de Néstor Saporiti, 2003, p. 41.
Venimos a ser como una comunidad civil, en la que cada
uno contribuye con la cuota asignada, aportando cada uno a proporción de sus
fuerzas, lo que podríamos llamar su cuota de sufrimiento. La medida total de
sufrimiento de todos los hombres no estará colmada hasta el fin del mundo.
Los
cinco minutos de San Agustín, Editorial Claretiana, Selección de textos y
adaptación de Néstor Saporiti, 2003, p. 42.
Cristo es formado por la fe, en el hombre interior del
creyente.
Los cinco minutos de San Agustín, Editorial Claretiana, Selección de
textos y adaptación de Néstor Saporiti, 2003, p. 55.
Me pongo en tus manos para que me cuides.
Los cinco
minutos de San Agustín, Editorial Claretiana, Selección de textos y adaptación
de Néstor Saporiti, 2003, p. 59.
No se perdona a sí mismo, por esto precisamente puede
atreverse a pedir perdón.
Los cinco minutos de San Agustín, Editorial
Claretiana, Selección de textos y adaptación de Néstor Saporiti, 2003, p. 60.
Busca en tu corazón la ofrenda agradable a Dios. El
corazón es lo que hay que quebrantar.
Los cinco minutos de San Agustín,
Editorial Claretiana, Selección de textos y adaptación de Néstor Saporiti,
2003, p. 60.
Las aflicciones y tribulaciones que a veces sufrimos
nos sirven de advertencia y corrección.
Los cinco minutos de San Agustín,
Editorial Claretiana, Selección de textos y adaptación de Néstor Saporiti,
2003, p. 63.
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