Habiendo recibido gratis puedo dar gratis. Como el Amado, puedo enfrentarme a cualquier cosa, consolar, amonestar, y animar sin miedo a ser rechazado y sin necesidad de afirmación. Como el Amado, puedo sufrir persecución sin sentir deseos de venganza, y recibir alabanzas sin tener que utilizarlas como prueba de mi bondad. Como el Amado, puedo ser torturado y asesinado sin tener ninguna duda de que el amor que se me da es más fuerte que la muerte. Como el amado, soy libre para dar y libre para recibir, libre incluso para morir al tiempo que doy vida.
He abandonado el hogar una y otra vez. ¡He huído de las manos benditas y he corrido hacia lugares lejanos en busca de amor! Esta es la gran tragedia de mi vida y de la vida de tantos y tantos que encuentro en mi camino. De alguna forma, me he vuelto sordo a la voz que me llama “mi hijo amado”, he abandonado el único lugar donde puedo oír esa voz, y me he marchado esperando desesperadamente encontrar en algún otro lugar lo que ya no era capaz de encontrar en casa.
Henri J. M. Nouwen; El Regreso del Hijo Pródigo, Meditaciones ante un cuadro de Rembrandt, primera edición 1994, PPC Editorial, 30ª edición, Madrid, 2004, p. 43.
Henri J. M. Nouwen; El Regreso del Hijo Pródigo, Meditaciones ante un cuadro de Rembrandt, primera edición 1994, PPC Editorial, 30ª edición, Madrid, 2004, p. 44.
Dejo el hogar cada vez que pierdo la fe en la voz que me llama y hago caso de las voces que me ofrecen una inmensa variedad de formas para ganar el amor que tanto deseo.
Henri J. M. Nouwen; El Regreso del Hijo Pródigo, Meditaciones ante un cuadro de Rembrandt, primera edición 1994, PPC Editorial, 30ª edición, Madrid, 2004, p. 45.
Cólera, resentimiento, celos, deseos de venganza, lujuria, codicia, antagonismos y rivalidades son las señales que me indican que me he ido de casa.
Henri J. M. Nouwen; El Regreso del Hijo Pródigo, Meditaciones ante un cuadro de Rembrandt, primera edición 1994, PPC Editorial, 30ª edición, Madrid, 2004, p. 46.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario