Una joven puede ofenderse mucho si otra joven bien vestida se posa accidentalmente sobre un dedo de su pie; pero si esa misma joven reconoce que quién la lastimó fue su estrella de cine favorita, probablemente se vanaglorie de ello ante sus amigas. Exigencias que pueden parecer excesivas de un mero conocido son satisfechas con alegría si es un amigo el que nos pide ayuda. De manera similar, podemos adaptarnos con agilidad a las exigencias de todo presente, cuando reconocemos la voluntad y el plan de Dios detrás de la enfermedad, las conmociones y las desiluciones de la vida.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.15.
El paso más importante en la reforma del mundo es la reforma del Yo.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.16.
La frase que santifica todo momento es “Hágase tu voluntad”.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.17.
Darle la bienvenida a lo que viene.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.18.
Como un niño abandonado en las calles sufre desgracias que el niño de una familia cariñosa no conoce, así la persona que no aprendió a confiar plenamente en Dios sufre trastornos y desastres que no aparecerían como problemas ante almas cariñosas. Dios no se muestra igual a todos……La luz del sol no tien preferidos, pero no puede brillar en un espejo sucio igual que lo hace en uno pulido.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.19.
Cada prueba es una ocasión para la fe y una oportunidad para la virtud.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.20.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.15.
El paso más importante en la reforma del mundo es la reforma del Yo.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.16.
La frase que santifica todo momento es “Hágase tu voluntad”.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.17.
Darle la bienvenida a lo que viene.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.18.
Como un niño abandonado en las calles sufre desgracias que el niño de una familia cariñosa no conoce, así la persona que no aprendió a confiar plenamente en Dios sufre trastornos y desastres que no aparecerían como problemas ante almas cariñosas. Dios no se muestra igual a todos……La luz del sol no tien preferidos, pero no puede brillar en un espejo sucio igual que lo hace en uno pulido.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.19.
Cada prueba es una ocasión para la fe y una oportunidad para la virtud.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.20.
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