Si afrontamos el mundo con la idea de que todo el mundo es deshonesto, es sorprendente cuán a menudo esa tendencia inicial se confirma. Así como el agua busca su propio nivel, la mente busca el nivel de su prejuicio.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.234.
La naturaleza actúa como se actúa hacia ella; sospecha del prójimo, y el prójimo actuará en forma sospechosa. Demuestra amor a los demás, y todos te parecerán cariñosos.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.234.
Si plantamos la semilla de la desconfianza en la sociedad, la sociedad siempre nos dará la cosecha de desconfianza.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.234.
Una magdalena sensual se transformó en una magdalena espiritual.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.235.
La ley que recorre el Cielo y la Tierra es la misma: no gana la corona si no compite según el reglamento.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.236.
Los esfuerzos y las tentaciones de la vida demuestran que en cada individuo hay un verdadero yo potencial. El “yo actual” es lo que soy ahora, si me dejo fluir naturalmente. El “yo Posible” es aquello en lo que me puedo convertir a través del sacrificio y la resistencia al pecado.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.238.
El mero ascetismo sin amor a Dios es soberbia.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.239.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.234.
La naturaleza actúa como se actúa hacia ella; sospecha del prójimo, y el prójimo actuará en forma sospechosa. Demuestra amor a los demás, y todos te parecerán cariñosos.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.234.
Si plantamos la semilla de la desconfianza en la sociedad, la sociedad siempre nos dará la cosecha de desconfianza.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.234.
Una magdalena sensual se transformó en una magdalena espiritual.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.235.
La ley que recorre el Cielo y la Tierra es la misma: no gana la corona si no compite según el reglamento.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.236.
Los esfuerzos y las tentaciones de la vida demuestran que en cada individuo hay un verdadero yo potencial. El “yo actual” es lo que soy ahora, si me dejo fluir naturalmente. El “yo Posible” es aquello en lo que me puedo convertir a través del sacrificio y la resistencia al pecado.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.238.
El mero ascetismo sin amor a Dios es soberbia.
Fulton J. Sheen; Del Pizarrón del Angel, Lumen, Buenos Aires, 1998, p.239.
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