Mateo no consideró su vocación como una “carga”, sino como un honor; por eso su respuesta fue pronta y con toda seguridad muy alegre. Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.149.
A medida que el alma se purifica mediante la mortificación, la vida interior progresa en el trato con Dios.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.151.
Cada vez que nos tropezamos con Jesús y con sus palabras, algo surge en nosotros que rompe rutinas y anquilosamientos.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.152.
No temas, ten sólo fe.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.155.
Da alegría servir a un Señor que sabemos está pendiente hasta de la más pequeña acción que realizamos.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.183.
Pasar ocultos haciendo el bien.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.189.
Un árbol seco no produce frutos jugosos.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.210.
La tentación de pedir señales a Dios ha sido una tentación frecuente.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.213.
Ninguna acción hay que no pueda y deba expresar el amor a Dios.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.339.
Cada cristiano tiene el cometido de abrir camino a otros.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.344.
El verdadero celo apostólico se manifiesta en el cuidado para que todos perseveren.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.346.
La confesión frecuente permitirá que haya en nuestro interior un estado permanente de limpieza.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.351.
A medida que el alma se purifica mediante la mortificación, la vida interior progresa en el trato con Dios.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.151.
Cada vez que nos tropezamos con Jesús y con sus palabras, algo surge en nosotros que rompe rutinas y anquilosamientos.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.152.
No temas, ten sólo fe.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.155.
Da alegría servir a un Señor que sabemos está pendiente hasta de la más pequeña acción que realizamos.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.183.
Pasar ocultos haciendo el bien.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.189.
Un árbol seco no produce frutos jugosos.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.210.
La tentación de pedir señales a Dios ha sido una tentación frecuente.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.213.
Ninguna acción hay que no pueda y deba expresar el amor a Dios.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.339.
Cada cristiano tiene el cometido de abrir camino a otros.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.344.
El verdadero celo apostólico se manifiesta en el cuidado para que todos perseveren.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.346.
La confesión frecuente permitirá que haya en nuestro interior un estado permanente de limpieza.
Francisco Fernández Carvajal; El Evangelio de San Mateo (1974), Quinta edición, Ediciones Palabra, 1980, p.351.
1 comentario:
Que foto más linda, envíasela al Vi
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